Por Andrés Tovar
18/03/2017
En 1969, nadie esperaba que un hombre asiático delgado con un tono de voz algo chillón se convertiría en uno de los personajes más influyentes del siglo 20. Nadie lo sabía, a excepción de Bruce Lee.
Ese año, «el Dragón» se escribió una carta a sí mismo:
«Mi objetivo principal está definido: Yo, Bruce Lee, seré la primera super estrella oriental mejor pagada en los Estados Unidos. A cambio les daré las actuaciones más emocionantes, con la mejor calidad que pueda tener la capacidad de un actor. Voy a alcanzar la fama mundial y cuando llegue a 1980 voy a tener en mi posesión $ 10.000.000. Voy a vivir de la manera que me plazca y lograr la armonía interior y la felicidad.
Bruce Lee
Enero 1969»
Cuatro años después, estaba muerto.
Sin embargo, en esos cuatro años, Bruce logró todo lo que dijo que haría y más. A los 32 años de edad, ya había cambiado el destino de cine y de las artes marciales para siempre.
La carta de Bruce está llena de confianza. Pero ¿de dónde venía esa confianza? Puede que nunca sepamos la respuesta completa, pero los escritos de Bruce – recopilados en libros como Letras del Dragón y Pensamientos llamativos - pueden darnos una pista.
En particular, seleccionamos una carta escrita por el actor a más de una década antes de su muerte, cuando todavía era un estudiante de 21 años de edad, en la Universidad de Washington.
* * *
Estimada Pearl,
Esta carta es difícil de entender. Contiene mis sueños y mis formas de pensar que en su conjunto, se le puede llamar mi modo de vida. Será bastante confusa, ya que es difícil de escribir exactamente lo que siento. Sin embargo, yo quiero escribir y hacerte saber al respecto. Voy a hacer mi mejor esfuerzo para escribir de manera clara y espero que tu también, mantengas una mente abierta en esta carta, y no llegues a ninguna conclusión hasta que haya terminado.
Hay dos maneras de hacer una buena vida, una es el resultado del trabajo duro, y el otro, el resultado de la imaginación (requiere un trabajo, también, por supuesto). Es un hecho que el trabajo y el ahorro producen una competencia, pero la fortuna, en el sentido de la riqueza, es la recompensa del hombre que puede pensar en algo que no se ha pensado antes. En todas las industrias, en todas las profesiones, son las ideas lo que Estados Unidos está buscando. Las ideas han hecho de Estados Unidos lo que es, y una buena idea hará de un hombre lo que quiere ser.
Una parte de mi vida es el Kung Fu. Este arte me influye en gran medida en la formación de mi carácter y de mis ideas. Practico Kung Fu como cultura física, como una forma de entrenamiento mental, como un método de auto-defensa, y una forma de vida. El Kung Fu es la mejor de todas las artes marciales; sin embargo, los chinos practicantes del judo y el karate, que son sólo conceptos básicos de Kung Fu, están floreciendo en todo los EEUU. Esto es por que nadie ha oído hablar de este arte supremo; También no hay instructores competentes… Creo que mis largos años de práctica pueden convertirme en el primer instructor de este movimiento.
Sin embargo, hay muchos años por delante para pulir mi técnica y carácter. Mi objetivo, por tanto, es establecer un primer Instituto de Kung Fu que luego se extenderá por todo EEUU. (He fijado un límite de tiempo de 10 a 15 años para completar todo el proyecto). Mi razón para hacer esto no es el único objetivo de ganar dinero. Los motivos son muchos y entre ellos se encuentran: me gusta que el mundo sepa acerca de la grandeza de este arte chino; me gusta enseñar y ayudar a la gente; me gustaría tener un hogar acomodado para mi familia; me gusta ser original; y el último, pero sin embargo uno de los importantes, es porque el Kung Fu es parte de mí mismo.
Sé que mi idea es correcta, y por lo tanto los resultados serán satisfactorios. Realmente no me preocupo por la recompensa, pero debo poner en marcha la maquinaria para lograrlo. Mi contribución será la medida de la recompensa y el éxito.
Antes de morir, algunos le pidieron al difunto Dr. Charles P. Steimetz, el genio de la electricidad, su opinión, ‘¿Qué rama de la ciencia lograría el mayor progreso en los próximos veinticinco años?’ Se detuvo y pensó durante varios minutos y luego como respondió un flash: «la realización espiritual». Cuando un hombre llega a una comprensión fundamental consciente de las grandes fuerzas espirituales dentro de sí mismo y comienza a usar esas fuerzas en la ciencia, en los negocios y en la vida, su progreso en el futuro será sin igual.
Siento que tengo esta gran fuerza creativa y espiritual dentro de mí que es mayor que la fe, mayor que la ambición, mayor que la confianza, mayor que la determinación, mayor que la visión. Mayor que todos combinados. Mi cerebro se magnetiza con esta fuerza de dominación que tengo en la mano.
Cuando se cae una piedra en un estanque de agua, la piedra hace una serie de ondas que se expanden hasta que abarcan toda la piscina. Esto es exactamente lo que sucederá cuando le doy mis ideas un plan de acción definido. En este momento, puedo proyectar mis pensamientos en el futuro, puedo ver delante de mí sueño (recuerde que los soñadores prácticos nunca están parados). Puede que ahora posea más que un pequeño lugar en el sótano, pero una vez que mi imaginación haya conseguido llenarse, puedo ver pintada en un lienzo de mi mente una imagen de un edificio de cinco o seis pisos, una institución de Kung Fu con sucursales en todo los Estados Unidos. No me desanimo, fácilmente me visualizo superando los obstáculos, ganando a lo largo de los contratiempos, el logro de los objetivos de «imposibles».
Sea Dios o no, siento esta gran fuerza, este poder destapado, esta dinámica dentro de mí. Esta sensación es indescriptible, y no hay ninguna experiencia con la que se puede comparar este sentimiento. Es algo así como una emoción fuerte acompañada de fe, pero mucho más fuerte.
Con todo, el objetivo de mi planificación es encontrar el verdadero sentido de la vida, la paz de la mente. Sé que la suma de todas las posesiones que he mencionado no necesariamente se suman a la paz de la mente; Sin embargo, puede ser si dedico mi energía para el logro real de sí mismo en lugar de un combate neurótico. Para lograr esta paz de la mente, la enseñanza de desprendimiento del Taoísmo y el Zen demostró ser valiosa…
Probablemente, la gente dirá que soy demasiado consciente del éxito. Pero no lo soy, ya ves, mi voluntad hace resortes del conocimiento de que yo lo puedo hacer. Sólo estoy siendo natural, porque no hay temor o duda dentro de mi mente.
Pearl, el éxito viene a los que se convierten en el éxito-consciente. Si no apuntas a un objeto, ¿cómo demonios en la tierra piensas que lo puedes conseguir?
Un cordial saludo,
Bruce
* * *
Hay mucho para resaltar aquí, pero lo que más destaca para quien suscribe:
La confianza absoluta: el rasgo de la personalidad más importante en el arsenal de Bruce era confianza. Bruce tenía absoluta confianza en sí mismo, libre de todo temor o duda. Esto no era innata, sino que se desarrolló a través de años de entrenamiento físico y mental.
Recompensar a través de la contribución: convertirse en millonario es el efecto secundario de ayudar a un millón de personas. Su salario o influencia no es un fin en sí mismo, sino una medida (imperfecta) de su contribución al mundo.
Un propósito intenso: Bruce lo llamó «fuerza espiritual», pero yo prefiero la palabra «fin». Una gran cantidad de personas que pasan toda su vida persiguiendo el «qué» y luego preocuparse por el «por qué» más adelante. En su lugar, estudiar el «por qué» primero (Bruce, por ejemplo, estudió filosofía en la universidad) y todo lo demás será fácil.
Siempre se oye decir que las creencias definen los límites de su posibilidad, pero hablar es fácil. Bruce Lee es uno de los pocos que vivió su vida saltando las creencias. ¡Grande, Dragón!
La carta de arriba vino de Letras del Dragón, una colección de cartas de Bruce Lee llenas de sabiduría práctica, reflexiones filosóficas y bellos dibujos de técnicas de artes marciales.
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