Por Benito Guerrero
08/06/2016
Decía Jesus Cimarro, director del Festival de Mérida, que el secreto del éxito de este espectác ulo se encuentra en hacer obras que gusten a todo el público. Y eso es lo que ocurrió el miércoles en la inauguración de la 62 edición del Festival, uno de los más antiguos de nuestro país y que se ha consolidado como referencia en las noches de verano.
La Décima Musa ha sido la obra encargada de levantar el telón de esta nueva edición. A lo largo de más de hora y media de espectáculo Paloma San Basilio da vida a la musa más desconocida (ya que tradicionalmente se cree que las musas fueron nueve) y que no está en nada de acuerdo con la versión habitual que se da sobre la mitología.
El personaje al que interpreta San Basilio aprovecha la escena para contar una versión muy diferente de historias de la literatura clásica como las de Pigmalión y Galatea, Júpiter y Europa o Antígona y Creonte. La Décima Musa se empeña a fondo en destacar el apartado valor de la mujer en la narrativa clásica.
Acompañada de los dioses Baco y Apolo, representados por Ignasi Vidal y David Ordinas, se sirve de la música para contar estas nuevas versiones. El público disfruto con la voz y el humor de los tres intérpretes.
Entre los diecisiete temas que forman este musical se encuentran Ser feliz (My Fair Lady) de Frederick Loewe, Hagámoslo (Musical High Society) de Cole Porter, Todo lo que tú haces yo puedo hacerlo (Musical Annie get your gun) de Irving Berlin o Take me to the world (Evening Primrose) de Stephen Sondheim.
También hubo ocasión para hacer referencias a temas de actualidad como el Brexit, la política o la cultura, como siempre es habitual sobre los escenarios. Pero la crítica principal de esta obra, dirijida por Guillem-Jordi Graells, hace referencia a la igualdad entre hombres y mujeres. San Basilio, que estuvo a la altura del escenario en el que actuaba, impregnó cada una de las piedras de Teatro Romano con un alegato a favor de las mujeres.
Al estreno acudieron el ministro de Cultura, Iñigo Méndez de Vigo, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, el director del Festival, Jesús Cimarro entre otras muchas autoridades.
Después de disfrutar de la obra, Méndez de Vigo animó a todos los españoles a «venir a Mérida» este verano y empaparse de una oferta cultural muy especial. Afirmo haber disfrutado escuchando Un sueño imposible (Man of la Mancha), de Mitch Leigh y aprovechó para recordar que este año se cumplían 400 años de la muerte de Cervantes y que este podría ser un homenaje más.
La obra continuará hasta el domingo en cartel y será la encargada de dar paso al resto de espectáculos que recoge la programación de la 62 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.
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