Por Cambio16
15/04/2017
Con tanta información sobre crecimiento personal que existe, no es extraño confundirse o poner en práctica «consejos espirituales» sin siquiera saber por qué lo estamos haciendo. Son tantos los artículos, recortes, páginas en Internet, post en redes sociales dándonos tips para vivir mejor pero, si los compara todos con detenimiento, puede encontrar hasta contradicciones en todos ellos. Algunos dicen que hay que pensar en positivo y evitar la negatividad, mientras que otros advierten a no resistirse nada, porque «a lo que te resistes, persiste». Entonces, ¿qué se debe hacer?
Contradicciones como estas existen porque no se explica claramente lo que se entiende por “pensar en positivo” y “resistencia”. Un pensamiento positivo no significa tener pensamientos eufóricos de alegría -mucho menos obligados-. Un pensamiento positivo es cualquier pensamiento que es constructivo. Si tienes un problema, y piensas en soluciones y estrategias para resolverlos, ya estás pensando pensamientos positivos.
Ahora, si no lo logras y te quedas «encerrado» o los problemas te paralizan, posiblemente sea porque estés practicando algunos de estos 14 hábitos espirituales «tóxicos», que debes dejar de hacer ahora mismo.
1. Deja de fingir que los problemas no existen: enfréntalos, cuanto más tiempo tardes en abordarlos, más fuertes se convertirán.
2. Deja de fingir que nunca cometiste errores: Todos cometemos errores. Aprende de ellos, pues ellos te han hecho crecer.
3. No te detengas diciéndote que no puedes hacer algo antes de que hayas hecho el esfuerzo de hacerlo.
4. No dejes de lado cosas que sean importantes para ti simplemente porque podrían ser «inspirados por el ego». No hay que olvidar que un ego sano ayuda al corazón.
5. Deja de poner en primer lugar las necesidades de otras personas. Es bueno ayudar a los demás de vez en cuando, pero debes darles permiso para que se hagan cargo de su propia vida. Y después de todo, no son tu responsabilidad. Cuídate. Ámate a tí mismo. Conviértete en tu propio mejor amigo.
6. No rechaces los «sentimientos inapropiados»: no te sientas culpable por sentir envidia. Mientras que los celos son destructivos, la envidia, bien canalizada, puede impulsarte a obtener grandes logros para ti mismo. Lo importante es que no le hagas daño a nadie en tus propósitos.
7. Para la creencia de que es necesario cambiar para convertirse en el «verdadero tú». Eres tú mismo. Basta con retirar todo lo que no eres tú.
8. No te obligues a ser amable todo el tiempo. Obligarte a sentir bondad no es realmente ser bondadoso. Eres un ser humano y, a veces puedes estar enojad@ y triste. Forma parte de ser tu mismo, y no vas a herir a nadie. Está bien estar triste, no te hará daño. Abraza lo que sientes y, por sobretodas las cosas, respira y comienza a buscar las soluciones para sentirte mejor. Quedarte «metiendo el dedo en la llaga» del sufrimiento tampoco es ser auténtico.
9. Deja de castigarte por errores e imperfecciones. No tienes por qué arreglar o mejorarlo todo.
10. No desvíes tu camino hacia lo que quieres lograr si no se alinea perfectamente con tu estilo de vida. Si hay algo que es importante para ti, luchar por ello.
Y lo más importante, no te detengas esperando que las circunstancias cambien. De nada vale «meditar por la paz» si no se toman medidas. Toma control de tu vida. ¡Haz lo que te haga feliz!