Por Cambio16
19/06/2017
Veinticuatro horas después de la noticia del fallecimiento del diestro Iván Fandiño, herido mortalmente en la plaza francesa de Aire-sur- L’Adour, se suceden las informaciones sobre el trágico suceso, que ha conmocionado enormemente a todos los profesionales y aficionados.
Aire-sur-L’Adour es una localidad del Sudoeste francés, de unos 6.000 habitantes, situada en el Camino de Santiago; pertenece a la región de Nueva Aquitania, distrito de Mont-deMarsan. Su Feria culminó el sábado, en las Arenes Maurice Lauche, con Fandiño, Thomas Dufau y Juan del Álamo. En la arena, reseña ABC, estaban marcadas las iniciales de la ganadería, BI (Baltasar Ibán), y, como es habitual en Francia, la zona donde debe tener lugar la suerte de varas. Iván Fandiño, de rosa y oro, brindó al público el primero, encastado, un poco suelto: faena completa y reposada, con derechazos y naturales, rematados con un afarolado y pases de pecho.
Llamó al toro dos veces con la voz y logró una de sus grandes estocadas, perdiendo la muleta: petición unánime y oreja, que le entregaron dos gentiles alguacilillas. Se le veía feliz en la vuelta al ruedo, mientras el público coreaba, con palmadas, una marcha.
Así, Salta al ruedo el toro número 53, «Provechito», negro, nacido en octubre de 2011, que corresponde a Juan del Álamo. En su quite, Iván lo fija con un lance y da una suave chicuelina; en la segunda, el toro le tropieza, lo empuja y derriba: en el suelo, lo hiere y lo levanta en el aire, con un nuevo derrote, por la espalda. Lo llevan a la enfermería, inerte, tapándose la cara.
No ha habido parte médico oficial. El doctor Poirier, que lo atendió, ha declarado al periódico francés Sud-Oest: «Cuando entró en la enfermería, ya lo hizo prácticamente sin pulso. Era imposible tomarle la tensión arterial, de lo débil que la tenía.
Ni en la enfermería de la plaza ni en el hospital hubiera habido forma de salvarlo. Presentaba, en el abdomen, tres litros y medio de sangre negra, proveniente de las glándulas hepáticas, señal de que el hígado había reventado, a causa de la cornada, que también rompió la vena cava, lo que le produjo un severo derrame interno».
Una ambulancia trasladó a Fandiño al Hospital Layne de Mont-de-Marsan. El mismo doctor certificó su fallecimiento, al no poder reanimarle de un segundo paro cardíaco.
Velando al infortunado diestro estuvieron su apoderado y compañero de toda su carrera, Néstor García, y los miembros de su cuadrilla. De madrugada, llegaron sus padres, Paco y Charo, y su viuda, Cayetana García Barona, madre de una niña de dos años. Ayer se trasladaron los restos mortales al tanatorio de Amurrio (Álava). El funeral tuvo lugar este lunes en Orduña (Vizcaya), su localidad natal.