Cómo mantener el coche a punto ante la gran nevada

Por Cambio16
17/01/2017

Para evitar sorpresas desagradables durante los viajes, el mantenimiento del coche es fundamental en cualquier época del año, pero máxime en invierno. Esta semana el invierno ha llegado de golpe y media España está cubierta por nieve. Además, el viento y las bajas temperaturas afectan al resto del país. Con estas condiciones meteorológicas, la puesta a punto del vehículo es imprescindible para estar seguros en la carretera.

Los expertos de coches.net, resumen cómo mantener a punto el vehículo para el invierno.

1. Protege el circuito interno. Las bajas temperaturas son el principal riesgo para los coches durante el invierno ya que afectan directamente al buen funcionamiento del motor. El líquido anticongelante es vital para proteger el circuito de refrigeración y evitar que llegue a congelarse, puesto que si ocurriese supondría una avería grave (y costosa). Para evitarlo, debemos comprobar frecuentemente que el líquido anticongelante se encuentra en los niveles marcados por el fabricante y mantiene su color habitual. Además, debemos comprobar los niveles de aceite del motor, del líquido de freno o de la batería, que en invierno suele descargarse con mayor rapidez debido al frío. No obstante, si el vehículo tiene cierta antigüedad, llevar unas pinzas nos puede ser de gran ayuda en caso de emergencia.
2. Revisa los neumáticos. La nieve y la lluvia hacen que estos pierdan adherencia al asfalto. Para asegurarnos de que las ruedas están en buen estado debemos revisar dos aspectos: la presión y la banda de rodadura. En invierno se recomienda una presión un poco más alta ya que el frío provoca que las ruedas se deshinchen antes. En cuanto a la banda de rodadura, debemos asegurarnos de que no tenga grietas ni estén excesivamente desgastadas. Si solemos o tenemos previsto circular por carreteras con presencia de nieve o hielo, es aconsejable instalar neumáticos de invierno, con una banda de rodadura especial para mejorar el agarre y la tracción. En estos casos tampoco podemos olvidar las clásicas cadenas, de las que existen modelos muy variados y sencillos de colocar.
3. Parabrisas. Quizás lleven tiempo sin utilizarse y las gomas puedan estar pegadas al cristal o demasiado sucias. Para retirar el hielo que puede formarse por la noche, se recomienda llevar siempre una rasqueta.
4. Hazte ver. Ver y ser vistos es más complicado en invierno puesto que hay menos horas de luz. Además, fenómenos meteorológicos típicos de esta estación como la lluvia, la nieve y la niebla pueden dificultar nuestra visión del entorno y que el resto de conductores nos identifiquen adecuadamente. Asegúrate siempre del buen funcionamiento de todas las luces. Igual de importante es señalar todos los movimientos con suficiente antelación. Para ser vistos, se recomienda circular durante todo el día con las luces de posición encendidas.
5. Prevenir mejor que curar. El buen mantenimiento del vehículo también depende de la prevención que tomemos para evitar un desgaste prematuro por una exposición excesiva a condiciones extremas. Empieza por planificar el viaje –aunque sea corto–, infórmate sobre la situación de las vías y las previsiones meteorológicas. Quizás valga la pena evitar el desplazamiento antes que tomar un riesgo excesivo. Además del equipamiento obligatorio –chaleco, triángulos o rueda de repuesto–, no debemos olvidar por nuestra propia tranquilidad un kit de primeros auxilios, el móvil con la batería 100%, circular con el depósito lleno y llevar mantas y ropa de abrigo.