Por Ores Lario
26/11/2015
Tito Caula (Argentina, 1926- Venezuela, 1978) era hijo de un electricista aficionado a la fotografía y heredó de su progenitor el amor por las imágenes. Hasta tal punto que hizo de su pasión su medio de vida y comenzó como fotógrafo de cámara fija dentro de la industria cinematográfica.
En 1960, emigró junto a su esposa y su hija a Venezuela. Allí, su primer empleo fue como reportero gráfico en la revista Élite, de la Cadena Capriles. También fue corresponsal de la agencia internacional de noticias AP y comenzó su labor como fotógrafo publicitario, una rama a la que terminaría dedicándose más exhaustivamente y le llevó a fundar en 1967 el estudio de fotografía Artypot. Con su cámara, el fotógrafo dibujó el panorama social y político de la Venezuela del momento. Sus imágenes sirvieron de crónica periodística y urbana, pues no faltan en sus producciones imágenes de la propia ciudad, de sus autopistas, construcciones y edificios.
«Tito Caula siempre abordó los temas con aparente tono menor. Sin invadir con la cámara fue capaz de captar las miradas de los personajes en su intimidad urbana. No buscó el efecto inmediato, sino más bien la sorpresa de los protagonistas en un silencio activo», afirma la docente, ensayista y curadora Lorena González.
La Fábrica (Madrid) ha presentado un volumen dedicado a este creador venezolano. El libro recoge 63 fotografías en blanco y negro y realizadas entre 1945 y 1978 que reflejan el día a día político y social del país.
Con un precio de 12,50 euros, el volumen pertenece a la Colección PHotoBolsillo, que inicia una colaboración con el Archivo Fotografía Urbana de Venezuela, institución dedicada a la conservación, difusión e investigación de la memoria social a través de la imagen.