El Real Madrid venció al Leganés 4 a 1 con un tanto de Gareth Bale, un doblete de Benzema y un gol de penalti de Sergio Ramos. Los visitantes habían igualado el marcador en el primer tiempo por un penal que cobró Carrillo y no pudo detener Courtois, hoy titular.
Lopetegui salió con un once completamente familiar con Modric de inicio en vez de Isco y Courtois por Navas. Rápidamente, los locales tomaron la iniciativa del partido, buscando la posesión de balón y el desborde por los laterales.
Sin embargo, en el primer tiempo gozó de pocas llegadas de verdadero peligro al área defendida por Cuéllar. Asensio pudo hacer el primero tras una gran pase de Marcelo pero la vaselina se le fue por encima del arco.
Fue Bale quien abrió el marcador al minuto 17 con una potente volea tras un pase de Carvajal en el área. El Leganés mostraba poco en el Bernabéu y el Madrid se veía cómodo, especialmente con un Asensio muy involucrado en ataque.
Pero con la única jugada de peligro que construyó el visitante consiguió un penalti gracias a una falta de Casemiro sobre Eraso. El árbitro consultó con el VAR y el vídeo ratificó la infracción. Courtois no pudo detener el disparo de Carrillo, que lo engañó completamente.
El gol en contra desinfló al equipo de Lopetegui, que de pronto se veía sin muchas ideas para hacer daño a Cuéllar. Aunque gozaba de la posesión del balón, los visitantes volvieron a cerrarse atrás para no ofrecer espacios.
Benzema enchufado
En el segundo tiempo, Benzema se encargó de despertar a los suyos del letargo. Al 51, el francés encontró en el área un centro desde la izquierda y, a pesar del forcejeo con Silva, marca de cabeza. No pudo celebrar de una vez porque el árbitro entendió que había cometido una falta. Sin embargo, el VAR dio el tanto por bueno y los locales se abrazaron en el centro del campo.
Con ventaja en el marcador, el Madrid se creció y comenzó a ejecutar mejor la idea. El tercer tanto llegó tras una jugada colectiva liderada por Modric, que con una pared dejó bien parado al francés y este no desaprovechó la oportunidad.
Lopetegui le dio entrada a Isco por Modric, que se fue ovacionado por el Bernabéu y entre tanto el árbitro pitó un penalti a favor de los merengues. Ramos, quien tomó el deber de patear desde los once metros, no falló y puso el marcador final.
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