La mutilación genital femenina no es un mandato religioso

Aunque en Uganda está penada por la ley, la práctica no cesa. Se ha vuelto clandestina y más peligrosa. La comunidad lo preserva como un paso ritual necesario para las niñas y se realiza a menudo en condiciones inseguras, apresuradas e insalubres, que aumentan los riesgos para la salud.