Por Cambio16
17/05/2017
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Las escenas caóticas de botes de gas lacrimógeno que golpean el pavimento y los cuerpos de los jóvenes enmascarados bajo cascos de colores se han vuelto comunes en Venezuela durante las últimas semanas. Durante cuatro largos años, los venezolanos han visto su país, uno de los más prósperos y felices de América Latina, desmoronarse en las manos de Nicolás Maduro y de su gobierno. A medida que se dispara la inflación y los alimentos y las medicinas escasean, las protestas se han vuelto cada vez fuertes.
El Gobierno de Maduro, en un intento inútil de deslegitimar los motivos de la protesta popular, le ha otorgado el calificativo de «turbas violentas» a los manifestantes, acusándolos de estar dando un «golpe de Estado». Pero la realidad habla y, dentro de las inmensas tragedias y lealtades divididas de los últimos meses dentro de lo que parece un escenario constante de violencia, hay momentos que cristalizan el verdadero talante de esos manifestantes. Uno de ellos fue el pasado domingo, cuando en el marco del día de la Madre, una mujer decidió celebrar su festividad abrazando un soldado en una línea de las fuerzas de seguridad.
Ella era sólo uno de los cientos de madres venezolanas que pacíficamente salieron a las calles para pedir a los soldados detener la represión dejar de defender el régimen de Maduro.
Video shows protester try to hug soldier as Venezuelan women mark Mother’s Day by asking soldiers to stop defending Maduro’s government. pic.twitter.com/7YqWnJYVIm
— ABC News (@ABC) May 15, 2017
Dentro de las escenas violentas, no son pocas las imágenes de lo que se plantea, si se puede decir de esa forma, un vuelco creativo de las manifestaciones. La oposición venezolana lo ha denominado la «resistencia no violenta«, como la de Gandhi, y ha alentado a sus seguidores a obrar en ello. Las respuestas son instantáneas que seguro quedarán en la historia del país caribeño.
Este martes, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, se pronunció en contra de la “represión” en un vídeo, acusando al gobierno de golpear a manifestantes desarmados y cometiendo crímenes de lesa humanidad, avalado por varios de sus más altos representantes. Un urgente llamado a elecciones generales anticipadas así como la liberación de los presos políticos en Venezuela, fue la primordial petición y solución inmediata a la violencia en este país.
Durante la protesta del domingo, muchas madres sostenían banderas de Venezuela. Un cartel decía: “las madres venezolanas lloran la muerte de sus hijos, que murieron a causa de este régimen desastroso”.
Más de 40 personas han muesto en las protestas, incluyendo manifestantes, simpatizantes del gobierno y miembros de las fuerzas de seguridad. De acuerdo con la oficina de la Fiscalía de Venezuela, más de 750 han resultado heridos. El número de muertos podría ser mucho mayor si sigue escalando la creciente violencia que se ha extendido por todo el país.
Y, sin embargo, entre los manifestantes, el amor por el país persiste.
La semana pasada, un vídeo inquietante capturó a un joven violinista entre una nube de gas lacrimógeno tocando el himno nacional venezolano.
Hoy vi una verdadera muestra de realismo mágico. Un manifestante tocaba su violín mientras la PNB lanzaba lacrimógenas y perdigones pic.twitter.com/Xhg7NNBkX8
— Iván Ernesto Reyes (@IvanEReyes) May 8, 2017
«Allí estaba, de pie, tocando el himno de Venezuela, y con un par de niños que estaban a su alrededor, una especie de protegerlo,” decía el periodista local Ivan Ernesto Reyes a CNN. “Hubo bombas, gases lacrimógenos y represión, pero siguió tocando su violín. No se detuvo».
Sólo unos días antes, otro violinista murió durante un violento fuego cruzado en la autopista Francisco Fajardo de Caracas. El adolescente, Armando Cañizales, era integrante del mundialmente conocido programa de música juvenil venezolano, El Sistema.
Momentos antes de que la bala golpeara el pecho de Cañizales, su amiga Maru González recordó intercambiar unas palabras con él. «Le dije, ‘vayámonos’. Y él no quería. ‘Me quedaré aquí, luchando por mi país’, nos dijo»
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