El Foro de Indonesia para el Medio Ambiente (Walhi) ha informado de que dos pequeñas islas del sur de Sumatra (Indonesia) han desaparecido como consecuencia del cambio climático y del aumento del nivel del mar. Asimismo, otras cuatro islas se encuentran «al borde de la desaparición», ha asegurado Walhi a The Jakarta Post.
Las islas que se ha tragado el agua son Betet y Gundul, sumergidas a uno y tres metros bajo el nivel del mar, respectivamente, según datos de Walhi. La isla de Betet formaba parte del Parque Nacional Berbak-Sembilang, declarado «reserva mundial de la biosfera» en julio de 2018 por la UNESCO.
Berbak-Sembilang «cuenta con ecosistemas intactos de bosques pantanosos de turba y agua dulce, así como de manglares y bosques de planicie que se extienden por las orillas de ríos con ciénagas que llegan a alcanzar una profundidad de 10 metros», explica la UNESCO.
Cuatro islas más amenazadas por el mar
Hairul Sobri, director ejecutivo de Walhi en Sumatra del Sur, valora que si no se realizan esfuerzos significativos para abordar los océanos en constante aumento, otras cuatro islas en el área con elevaciones de menos de cuatro metros sobre el nivel del mar podrían seguir su destino y desaparecer «tarde o temprano».
Las cuatro islas en peligro son: Burung, Kalong, Salah Namo y Kramat. La isla de Burung, actualmente al nivel del mar, forma parte de la cadena de de las Mil Islas y depende administrativamente de Yakarta, se utiliza como área de conservación para el desarrollo de especies de aves; entre otras, el águila de Bondol. Kalong y Salah Namo, son dos islas situadas a 2 metros sobre el nivel del mar y la isla Kramat, está a 3 metros sobre el nivel del mar.
El aumento del nivel del mar provocado por el cambio climático, que viene con un mayor calentamiento de la tierra, amenaza especialmente a los países archipelágicos como Indonesia, donde millones de personas viven actualmente en zonas costeras bajas repartidas en unas 17.000 islas.
Pérdida de sumideros de carbono
Aunque el sur de Sumatra tiene 1,2 millones de hectáreas de turberas, que funcionan como un sumidero de carbono natural y absorben CO2 de la atmósfera, que representan aproximadamente el 15% de la superficie terrestre, las actividades de desarrollo, la conversión de tierras y los incendios forestales han provocado que las turberas se sequen y se incapaciten.
Un país tropical como Indonesia es más vulnerable al efecto del calentamiento global, especialmente en el sur de Sumatra, con una gran dependencia del carbón, el petróleo y el gas natural, lo que contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero. A ello hay que sumarle un exceso de uso de fertilizantes químicos en el sector agrícola, el hundimiento de la tierra y el daño de la cuenca de drenaje, así como la extracción excesiva de agua subterránea para la industria.
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