Por Zahara
05/07/2016
A veces tengo la sensación de que vivimos sumergidos en sonidos repetidos que nos recuerdan a cosas ya escuchadas y reconozco que me cuesta emocionarme ante lo desconocido porque me parecen caminos que ya han existido antes.
Fue Charo quien me presentó a Nina. La Charo de Quique González en Me matas si me necesitas. Y su voz me llevó directamente a la esperanza, a reacciones galvánicas, al escalofrío, a la conciliación de técnica y emoción, a la sensación de reconocer algo pero sin ese tufillo a rancio, sino con olor a casa. Esa casa que se busca en el inicio de North, el nuevo disco de Morgan, un hogar que imagino lleno de música donde una madre canta acompañada por un padre a la guitarra. Un continuo ir y venir de canciones que debieron de confeccionar el imaginario musical de Nina, en el que la música americana (desde el soul al funk o al folk) ocupó un apartado especial y complejo que se nota en cada fraseo del disco, desde la canción de bienvenida Home hasta la preciosa y delicada Volver.
North se compuso durante tres años y se grabó con José Nortes durante casi uno. Cambios, demos, escuchas y tomas de decisiones hasta que finalmente 13 canciones y casi una hora de duración quedaron inmortalizadas para disfrute de los asistentes.
Home fue grabada en directo y es fácil imaginarse la sala donde sucedió todo esto. Una voz que casi se rompe pero que es fuerte nos recuerda que las cosas que nos parecen más sencillas se producen por culpa de un cúmulo de emociones complejas, de ideas a las que llegar a lo largo de años. Y se nota cuando las cosas cuecen a fuego lento, como las croquetas del puchero de tu abuela, como un vestido hecho a mano o como los discos que se graban sin prisa. En North se notan las decisiones tomadas fruto del amor a lo que se hace y no a las presiones discográficas. Y así es este disco. Un disco sin más pretensiones que declararle el amor a la música y al amor.
Tal vez por eso Morgan no tienen sello discográfico, como tampoco tienen agobios ni agonías ni urgencias. Lo que sí que tienen son canciones y un estilo que, aunque lejano, suena coherente, carente de artificios, directo y claro y una voz protagonista magnética como pocas has oído en este país.
Para detractores de la música compuesta en inglés este disco tiene una sorpresa. Una canción que no quería grabarse, un Volver que casi no aparece en el disco y que cierra el álbum con un “sé que no te importa que no pueda respirar y si me ahogo sé que no me salvarás” que te estremece y te obliga a escuchar otra vez, a detenerte en Cold, a emocionarte en Sometimes y a bailar en Thank you.
Cuando Nina escuchó el disco acabado por primera vez dijo: “Ya me puedo morir tranquila, lo que pase de aquí en adelante me da igual”. Pero me parece que eso no va a ser posible. North ha sido el principio del que espero sea un largo camino que contemplar en primera fila.
Le gustará si le gusta: Fiona Appel, Lucinda Williams, Birdy.
Grabado en: Estudios La Cabaña.
Lanzamiento: 18 de febrero de 2016.
Duración: 13 canciones, 54 minutos.
Single: Volver, Home o Praying.
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