Por Gorka Landaburu
28/03/2018
Carles Puigdemont esperaba poder seguir desde el exilio alimentando la idea romántica de su Waterloo independentista. Pero con su encarcelamiento y la espera de las decisiones de los jueces germanos para determinar su futuro, el independentismo pierde otro activo pero mantiene su huída hacia ninguna parte. Las decisiones del juez Llanera de encarcelar a toda la cúpula del «proceso» independentista es desproporcionada y criticable. Pero solo el camino de la legalidad y la reconciliación nacional puede salvar a Cataluña.
Por lo pronto, la justicia de Alemania decidió que el protagonista del Waterloo independentista pase la Semana Santa en prisión. Tras su comparecencia del lunes, el tribunal de Kiel decidió el lunes por la noche que sobre Puigdemont pesaba el riesgo de fuga. Pero ahora la justicia de Alemania tiene en sus manos la extradición del fugado político. Una decisión que depende de si “rebelión” es lo mismo que “alta traición”.
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