En la medida en que la afectación del coronavirus cobra mayores dimensiones, se ha desatado un boom de publicaciones sobre su origen, componentes y eventuales tratamientos.
Laboratorios, hospitales, centros de investigación se han dado a la tarea, incluso sin descanso, de acelerar estudios hasta dar con mayores datos sobre el patógeno SARS-CoV-2, responsable de la COVID-19.
Mucha información surge a diario. Algunas elementales y dispersas; otras más profundas y contundentes. También las confusas y falsas. En Internet y en las redes sociales circulan textos de interés y de cuidado.
Las principales revistas científicas activan sus portales dos y tres veces al día para compartir, prácticamente en tiempo real, los hallazgos que se realicen sobre el virus.
Desde hace semanas, Science, Nature y The Lancet difunden gran cantidad de investigaciones sobre el coronavirus. Tanto organismos especializados como expertos y el común de las personas están atentos a los avances en la materia.
NEW Editorial: A look at two new essential reports to inform policy dialogues about how to invest in #nursing & #midwifery to improve PHC, strengthen emergency response & resilience, & achieve #HealthForAll https://t.co/1XQuV0ax0M #WorldHealthDay #SupportNursesAndMidwives pic.twitter.com/fRUDoSa3z6
— The Lancet (@TheLancet) April 7, 2020
Se cuantifican en casi 10.000 los estudios sobre el nuevo coronavirus. Señala El Mundo, que de ese total, unos 6.000 se han publicado solo en el mes de abril. Para bien o para mal, la pandemia ha hecho que todo vaya más rápido.
El boom de publicaciones en portales científicos
Un reciente artículo de la revista The Lancet recuerda que «ante la emergencia causada por el patógeno, los científicos se han apresurado a llenar vacíos de conocimiento epidemiológico, vírico y clínico».
Y han compartido sus hallazgos “en forma de preprint (prepublicación), sin pasar el filtro de la revisión por pares. Este proceso ha permitido compartir la información en tiempo récord. Pero también ha dado lugar a que las conclusiones inciertas o preliminares se tomen como definitivas, creando así una gran confusión”, recogió El Periódico.
La abundante literatura divulgada en estos portales se ha referido al origen del virus, desde que está contenido en una fuente animal como que salió de un laboratorio de China. A su reacción en diferentes temperaturas, ambientes y texturas. Y a sus posibles tratamientos. Incluso a la financiación de las investigaciones.
As the death toll from the #COVID19 pandemic surges, researchers are scrambling to uncover as much as possible about the biology of the latest coronavirus, named SARS-CoV-2. https://t.co/OjhabFza9n
— Nature (@nature) May 5, 2020
Actualización diaria
El editor en jefe de la revista Science, Holden Thorp, dijo a Efe que “estamos procediendo tan rápido como podemos. Y animando a los científicos a subir sus trabajos a repositorios de artículos previos a la revisión por pares y publicación”.
El propósito es que “la comunidad científica pueda ver los resultados mientras nosotros los procesamos. Hemos conseguido que los artículos sean revisados y publicados en unas dos semanas, lo que es extremadamente rápido”.
La revista Nature en uno de sus informes se refirió a la nueva plataforma científica llamada LitCovid. Fue desarrollada con el apoyo del programa de investigación intramural de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
La página se actualiza diariamente con el objetivo de proporcionar información oportuna de literatura científica sobre los rasgos biológicos del virus y el diagnóstico y manejo de las personas infectadas.
Asimismo, la página web Frontierts, dedicada a la divulgación de investigaciones científicas, inauguró un nuevo portal, Coronavirus Funding Monitor. Su objetivo es recopilar «oportunidades de financiamiento» para la comunidad investigadora dedicada a la lucha contra la pandemia.
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