Aunque la economía del Reino Unido es una de las más sólidas de Europa, ha registrado una leve contracción en los últimos tres años. El ingreso per cápita de los británicos bajó en 2.396 dólares entre 2019 y 2020. Circunstancia que se ha agudizado con la pandemia y sus secuelas: el desempleo y el hambre. En Inglaterra, por ejemplo, ha aumentado el uso de bancos de alimentos y ayudas oficiales.
Casi todos los consejos de distrito en Inglaterra han visto una mayor concurrencia de personas en los bancos de alimentos. Mientras que aumentan en dos tercios, las disputas familiares que requieren mediación, según una nueva investigación que revela las presiones sobre los hogares durante la pandemia.
El sondeo realizado por la Red de Consejos de Distrito (CDN en inglés) pone de manifiesto los desafíos y las dificultades económicas que enfrentan los hogares en el último año. Además del apoyo que han necesitado de la autoridad local para sobrellevar la penosa situación.
En Bradford, se distribuyó 3 veces más comida desde 21 sitios durante el pico de la demanda, en comparación con los niveles anteriores a la pandemia. Otra investigación señala que una de cada cinco escuelas del Reino Unido ha creado un banco de alimentos. Más de un tercio de los maestros dijo que su escuela entregaba paquetes de comida a los hogares de los alumnos.
Nueve de cada diez consejos de distrito, que representan ciudades, pueblos y áreas urbanas de Inglaterra, reportan un alza en el uso de los bancos de alimentos en 2020.
Bancos de alimentos en Inglaterra
La mayoría de los ayuntamientos de Inglaterra también han cuantificado un incremento, no solo en los bancos de alimentos, sino también en el número de personas sin hogar que necesitan ayuda. Hay advertencias de que muchos hogares más pobres se enfrentarán a un «desastre» a menos que el auxilio se extienda más allá de la pandemia.
Muchos también vieron un aumento en la demanda de ayuda para lidiar con disputas entre propietarios e inquilinos, reveló la encuesta de DCN. Preocupa que la prohibición de los desalojos, implementada durante la pandemia y recientemente extendida, no esté brindando a los hogares vulnerables una protección completa.
Los consejos, incluido el DCN, que representa a 187 consejos de distrito en Inglaterra, están pidiendo un aumento en la asignación de vivienda local.
Asimismo, durante 2020-21, el 85% de los consejos ingleses dijeron que habían visto un aumento en las solicitudes de alojamiento temporal de los hogares sin hogar. Entretanto, casi todos los consejos (93%) habían visto un aumento en la demanda de ayuda para pagar el impuesto municipal.
Giles Archibald, líder del consejo de distrito de South Lakeland y portavoz de Better Lives de DCN, anunció otros hallazgos de la encuesta. “El devastador costo del coronavirus en los hogares que han tenido problemas para pagar las facturas. Poner comida en la mesa y mantener un techo sobre sus cabezas», enumeró.
Desperdicio de alimentos en el mundo
Suele ocurrir en países con elevadas condiciones de vida de su población, que las personas tiren a la basura alimentos que no han consumido. Productos que se han deteriorado en la nevera o en los estantes domésticos, ante la falta de apetito o de comensales.
Un alarmante informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la organización británica sobre residuos WRAP fue difundido esta semana. El denominado «índice de desperdicios de alimentos 2021» destaca que en 2019 hubo 931 millones de toneladas de alimentos desperdiciados. Significa que el 17% de la producción total de alimentos en el mundo fue a parar a la basura.
Indica el estudio que la mayor parte del desperdicio de alimentos, equivalente a un 61%, proviene de los hogares. Un 26% pertenece al rubro de servicio de alimentos, por ejemplo, de restaurantes, hoteles o establecimientos educacionales. Y, finalmente, un 13% proviene del comercio, como supermercados o pequeños almacenes. Inglaterra no es la excepción, incluso en momentos en que cada vez más familias acuden a los bancos de alimentos. Sin embargo, la solidaridad aflora en tiempos de apremio.
Crecen las ayudas solidarias
Alrededor de 3,4 millones de personas en el mundo utilizan una aplicación diseñada para alentar a las personas a regalar en lugar de tirar los excedentes de comida. En los últimos años se han ideado formas creativas para abordar el desperdicio de alimentos. A modo particular, de familias, vecinos y en otros casos, vinculados con supermercados, cafés, restaurantes.
Millones se registran en aplicaciones contra el desperdicio de alimentos para compartir sus productos no utilizados. Una familia promedio en el Reino Unido tira 730 libras esterlinas de artículos excedentes al año. Consumidores conscientes de las necesidades de otros y del medio ambiente han encontrado una solución de alta tecnología. Esta iniciativa, sin dudas, contribuirá a reducir la comparecencia de personas y familias a los bancos de alimentos en Inglaterra.
Too Good To Go ha visto 4,5 millones de descargas de su aplicación en el Reino Unido y 34 millones en el mundo desde su lanzamiento en 2016. «Las cifras están creciendo”, dijo Paschalis Loucaides, director gerente británico. Allí los consumidores pagan un precio con grandes descuentos por alimentos y comidas que de otro modo serían descartados
Otras aplicaciones que abordan el desperdicio de alimentos incluyen Karma, que tiene 1,4 millones de usuarios. Así como Hubbub, que ha creado una red de más de 100 «frigoríficos comunitarios» en el Reino Unido en los últimos 5 años. Cifra que se espera duplicar al final del año.
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