Por David Villafranca | Efe
14/10/2016
Cuando Leonard Cohen aparece se hace el silencio, sea al explicar una canción, al recitar un poema o al caminar entre periodistas, y este jueves, en un encuentro con los medios en Los Ángeles a propósito de su nuevo disco, You Want It Darker, despejó de un plumazo aquellas voces que anuncian su final.
«Dije recientemente que estaba preparado para morir y creo que estaba exagerando (…). Tengo la intención de vivir para siempre», afirmó con ironía el legendario poeta y músico en un acto celebrado en la residencia del cónsul canadiense en la ciudad californiana.
Con su voz cavernosa, traje oscuro, camisa gris y elegancia hasta en el gesto más pequeño, Cohen, de 82 años, dedicó unas cariñosas palabras a Bob Dylan, flamante premio Nobel de Literatura y con el que comparte el lugar más alto en la admirada lista de cantautores que surgieron en los años 60.
«Para mí, (que Dylan vaya a recibir el Nobel) es como poner una medalla al monte Everest por ser la montaña más alta (del mundo)», aseguró Cohen con rotundidad.
Pero la excusa del acto era You Want It Darker, su nuevo disco que se editará el 21 de octubre y que el jueves pudieron escuchar los medios que asistieron al evento, entre los que figuraba Efe.
Con ocho canciones más una versión adicional del tema Treaty, Cohen da continuidad con este álbum a Old Ideas (2012) y Popular Problems (2014), sus trabajos de estudio en su renacimiento creativo, casi por obligación, después de saber que su representante Kelley Lynch le había estafado y dejado al borde de la ruina.
«Creo que cualquier cantautor, Bob Dylan y todos nosotros, escribe canciones de cualquier manera. Y si eres afortunado, puedes mantener el vehículo saludable y con respuesta a lo largo de los años», dijo Cohen acerca de su habilidad para mantener la calidad de su obra con el paso del tiempo.
El aroma cálido, oscuro, seductor y reflexivo de la trayectoria de Cohen resulta perfectamente reconocible en su nuevo disco. El single You Want It Darker, con aire de réquiem, puede recordar con su sonido a I’m Your Man (1988) y estremece con un verso siniestro: Estoy preparado, mi Señor.
No es de extrañar que muchos medios señalaran el álbum como una despedida de lujo para Cohen porque las imágenes de meditación, de echar la vista atrás y de balance espiritual son constantes a lo largo de You Want It Darker.
Llamas que se apagan, adioses que parecen definitivos, partidas que se terminan y fantasías e ilusiones que desaparecen son algunos de los motivos que aparecen en la boca del autor de Hallelujah o So Long Marianne.
Dentro de la sobriedad característica de Cohen, destacan algunos arreglos como los coros solemnes de You Want It Darker, los adornos de cuerda de Steer Your Way, el aire mediterráneo de Traveling Light o la huella del soul de On The Level.
Cohen tampoco olvida su exquisito romanticismo y en If I Didn’t Have Your Love habla de soles sin luz, noches eternas, mares secos y flores hechas de piedra que habrían tenido lugar si no se hubiera enamorado.
Asimismo, la espiritualidad tiene un peso muy notable en Steer Your Way, aunque Cohen evitó referirse a sí mismo como «una persona religiosa» con «una estrategia espiritual».
«Siento que es el vocabulario con el que crecí, este paisaje bíblico es muy familiar para mí. Es natural que use esos puntos de referencia, una vez que son universales y que todo el mundo las entiende», argumentó.
Con tono bromista y mirada juguetona y brillante durante todo el encuentro, Cohen respondió a un periodista que le cuestionaba acerca de la portada del álbum, en la que aparece con un cigarrillo cuando, supuestamente, había dejado de fumar.
«En algunos tipos simplemente no puedes confiar», dijo divertido.
El responsable de obras maestras como Songs of Leonard Cohen (1967), Songs of Love and Hate (1971) o I’m Your Man (1988), contó para You Want It Darker con su hijo Adam Cohen como productor.
«Si eres afortunado, las cosas entre los miembros de tu familia se intensifican, y si eres desafortunado, se deterioran. Yo he sido afortunado y tengo una relación cercana con mis amigos y familiares», apuntó el músico, que dijo sentirse «bendecido y agradecido» por el apoyo de sus hijos.
Por su parte, Adam Cohen dijo que fue «un privilegio» poder ayudar a «un artista de la magnitud» de su padre y detalló las facilidades que supone trabajar en familia.
«Realmente tengo un sentido de familiaridad de lo que mi padre odia, de años y años de oír lo que odia de la música», apuntó, a lo que su padre respondió con una sonrisa que es «una larga lista».
Asimismo, Leonard Cohen mostró su esperanza de que pudiera publicar en el futuro más material «orquestal» o de «spoken word», aunque señaló sus limitaciones: «Uno nunca sabe».
Y, como si quisiera de nuevo certificar por completo que esto no es un adiós, concluyó: «Gracias por venir, amigos. Realmente lo agradezco. Y espero que podamos hacer esto de nuevo. Tengo pensado quedarme hasta que tenga ciento veinte años».