Libertad, privacidad y fanatismo religioso

Y es irónico que, en uno de los pocos países que conservan la pena de muerte, se ponga fin al derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo y acabar con un embarazo no deseado, que puede suponer un feto con malformaciones genéticas severas, o que puede ser el producto de un delito.