Por: Cambio 16
16/01/2017
La pasada semana se hizo viral una investigación hecha por el Instituto Nacional Japonés de Informática sobre el peligro de las autofotos colocando los dedos en forma de «V» o conocido universalmente como el símbolo de la victoria o paz.
Isao Echizen, encargado del estudio dijo que al colocar los dedos con las huellas dactilares frente a la cámara estamos exponiendo nuestra información biométrica a los hackers o ladrones telemáticos.
Las tecnologías siguen avanzando rápidamente y ya muchos dispositivos y hasta automóviles,están usando las huellas para darle acceso único a los usuarios, sin embargo, las fotografías o un simple «selfie» realizado a menos de tres metros de distancia dejan a la luz los datos de la yemas para alguien que sepa extraerlos.
«Sólo por hacer casualmente el gesto de la victoria delante de una cámara, las huellas dactilares podrían llegar a estar ampliamente disponibles para alguien que sepa cómo extraerlas. Se podría crear una copia de nuestras huellas siempre que se encuentren enfocadas por la cámara y bien iluminadas», asegura Echizen.
Este lunes, el investigador japonés, demostró que si se pueden copiar las huellas dactilares de una fotografía.
«Uno puede usarlo para asumir otra identidad, como el acceso a un teléfono inteligente o romper y entrar en un área restringida tal como un apartamento», dijo.
Con otro colega investigador de nombre Tateo Ogane, se extrajeron las huellas dactilares de Echizen de una fotografía digital tomada a una distancia de 3 m (9,8 pies).
La captura de alta resolución fue tomada con una lente de 135 mm montado en una cámara réflex digital.
Actualmente no muchas fotografías de teléfonos tienen la iluminación y la resolución para detallar las huellas dactilares, pero Echizen advierte que esto cambiará rápidamente.
La solución
Echizen ha dado a conocer un bloqueador biométrico hecho en casa, que según él, previene el robo de huellas dactilares.
Esto evitaría que cualquier lector de huellas pueda tomar el registro natural de los dedos.
Se basa en un patrón dibujado en las yemas con pintura acrílica. Las puntas de los dedos pueden ser leídas por un sensor biométrico basado en contacto pero haría imposible capturar las huellas en una fotografía.
Echizen reconoce que dibujarse un patrón todos los días en los dedos no puede ser parte de una rutina diaria, pero promete trabajar para que sea lo más fácil posible.
«Queremos considerar algo más fácil de poner o quitar en el futuro», promete.
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