El documento abarca aspectos fundamentales como la paz y la seguridad, en momentos en que se desarrollan varios conflictos bélicos
En forma abrumadora la asamblea general de las Naciones Unidas aprobó un ambicioso y polémico Pacto para el Futuro que pretende reajustar las tareas pendientes de la organización y, reorientar algunos desaciertos acumulados en sus 79 años. El grueso documento abarca aspectos fundamentales como la paz y la seguridad, en momentos en que se desarrollan varios conflictos en el mundo. También incluye el desarrollo sostenible, el cambio climático, la cooperación digital, los derechos humanos, la violencia de género y la transformación de la gobernanza global.
Jefes de Estado y de Gobierno respaldaron el Pacto para el Futuro que incluye un Pacto Digital Mundial y una Declaración sobre las Generaciones Futuras. Sellaron 56 compromisos de acción para proteger las necesidades y los intereses de las generaciones futuras en medio de la crisis del clima y las amenazas a la paz global.
El representante de Rusia propuso una enmienda al pacto. Afirmó que nadie estaba contento con el texto y propuso añadir unos párrafos relativos a la intervención de la ONU en “asuntos que son esencialmente de la jurisdicción interna de cualquier Estado”. La intención de Rusia era sentar las bases para reformar el Consejo de Seguridad, las instituciones financieras de la ONU y el compromiso del compromiso climático.
“No hubo una reunión en las que se sentaran todas las delegaciones para estudiar el documento. Solo se presentaron enmiendas para beneficiar a países occidentales. Esto no se puede llamar multilateralismo. Es un gran fracaso para el principio de la ONU de la igualdad soberana de los Estados”, dijeron los representantes rusos.
Un Pacto del Futuro ajustado a los nuevos retos
Una posición que fue reforzada por Venezuela, que aludió “actitud arrogante” de los países occidentales que no contempla “el sagrado principio de no injerencia en asuntos de otros Estados” y se congratuló de que el documento tuviera carácter no vinculante. Sin embargo, el delegado de la República del Congo, en nombre del Grupo Africano, subrayó la necesidad de mostrar unidad para encontrar soluciones a los múltiples y complejos desafíos actuales. «La enmienda de Rusia no nos ayudará a cumplir nuestras expectativas», dijo.
La moción de no incluir la enmienda de Rusia contó con el apoyo de 143 países, y recibió 15 abstenciones y 7 votos en contra (Rusia, Sudán, Corea del Norte, Nicaragua, Irán, Siria y Bielorrusia). En total, Rusia se opuso a 25 disposiciones del borrador del pacto. Entre ellas la primacía de la jurisdicción internacional, los derechos de salud sexual y reproductiva, y el empoderamiento de género en un sentido más amplio. Afirmó que se desvinculará del Pacto para el Futuro.
El documento aprobado lleva , de forma complementaria, un Pacto Digital para acordar nuevas formas de regular desafíos como la inteligencia artificial y una Declaración para las Generaciones Futuras. Rechazada la propuesta rusa, el secretario general de la ONU, António Guterres declaró que el objetivo del pacto es “sacar al multilateralismo del borde del abismo en un momento en que el mundo está descarrilado”.
Redefinición del Consejo de Seguridad
El Pacto para el Futuro consta de 26 páginas y 56 recomendaciones. Sostiene el ofrecimiento de un nuevo comienzo para el multilateralismo y la primacía del derecho internacional. Abarca la reforma y ampliación del Consejo de Seguridad de la ONU para que sea más representativo en el mantenimiento de la paz, evolucione hacia la prevención de guerras y a sellar un compromiso de desarme nuclear total.
Actualmente, la instancia la integran cinco miembros permanentes (Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, China y Rusia), pero en el futuro incluirá también un miembro por cada continente. Estos países tendrán poder de veto en las decisiones que se tomen en el pleno de las Naciones Unidas. El pacto además incluye su papel en control de la inteligencia artificial, la eliminación progresiva de los combustibles fósiles y la reforma de las instituciones financieras multilaterales.
Plantea una cumbre bienal de la ONU sobre la economía mundial, una plataforma de emergencia para la gestión de pandemias, inseguridad alimentaria y catástrofes medioambientales. Asimismo, un nuevo órgano de supervisión formado por expertos que asesore a la ONU sobre los riesgos que plantea la IA para todas las economías.
Uno puntos de fricción fue fue la oposición de Occidente a que la ONU desempeñara un papel en la mejora de la representatividad de las instituciones financieras internacionales y se rechazó la propuesta de incluir un estímulo de 500.000 millones de dólares para volver a encarrilar los objetivos de desarrollo sostenible.
Un futuro justo para las nuevas generaciones
El Pacto Digital Global, incluido en el gran Pacto para el Futuro, advierte que busca establecer principios compartidos para un futuro digital abierto, libre y seguro para todos con el fin de abordar los desafíos y oportunidades que presenta la era digital.
El acuerdo abarca varios aspectos importantes de la tecnología y su impacto en la sociedad, como la conectividad digital universal, la prevención de la fragmentación de Internet, la protección de los derechos humanos en línea y la promoción de la confianza y la seguridad en el entorno digital mediante el establecimiento de criterios de responsabilidad en contenidos engañosos o discriminatorios.
Además, pretende fomentar la cooperación internacional en áreas como la gobernanza de datos, la IA y la inclusión digital, con el fin de mitigar sus riesgos potenciales y permita aprovechar los beneficios de la tecnología. Como las nuevas herramientas IA podrían amenazar la democracia y los derechos humanos, suponen necesario implementar un grupo científico internacional que facilite el diálogo entre países y gobiernos.
La Declaración sobre las Generaciones Futuras del Pacto para el Futuro persigue el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, además de los derechos que abarcan los derechos políticos, civiles, económicos, sociales y culturales, y frenar la transmisión intergeneracional de la pobreza, el hambre, la desigualdad y injusticia. Enuncia, por lo demás, la necesidad de crear y mantener un entorno seguro, saludable y sostenible abordando el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. También aúpa la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas por un futuro sostenible.
Bulos en la Cumbre
La Cumbre del Futuro, escenario del pacto, estuvo sujeta a malinterpretaciones y desinformación. La agencia española Efe señaló como falso que la ONU hubiese aprobado la Agenda 2045, como aseguraron usuarios en la redes sociales. Efe acompañó su texto con imágenes de una campaña publicitaria que no tiene ninguna relación con la ONU ni con e Pacto para el Futuro. Falsamente se divulgó en las redes sociales que Naciones Unidas avaló una “nueva Agenda 2045” que incorpora nuevas medidas a la Agenda 2030 como la “censura” de redes sociales, la regulación de la IA, el reconocimiento de los pueblos indígenas y la ideología de género.
La página webasegura que en la campaña han colaborado empresas como AXA, Boeing, Dior, Ericsson, Hilton, Microsoft o Siemens, pero no cita a la ONU ni a institución alguna relacionada. El sitio web explica que se utilizará el año 2045 en conmemoración del centenario de la creación de Naciones Unidas y no tiene ninguna relación con la Agenda 2030 o el nuevo Pacto para el Futuro.