Cambio16
24/05/2018
La ley «anti-odio» de Maduro ataca al principal diario crítico venezolano
El pasado martes 22 de mayo un grupo de manifestantes se concentró en el estado de Tamil Nadu con el propósito de oponerse a las funciones de una planta de cobre británica. Sin embargo, la protesta se tornó violenta y el desenlace ha sido devastador. La policía en el sur de India arremetió contra los participantes luego de que estos incendiaran autos y arrojaran piedras. Las autoridades dispararon sin control y más de 10 personas acabaron muertas. De hecho, 80 manifestantes fueron heridos.
Los manifestantes reclamaban por los efectos nocivos de la planta de cobre. Según The Guardian, la empresa británica es manejada por la filial india Vedanta Resources. Las personas alegaban que la fábrica despide fugas de gases que terminan por afectar la respiración y generar infecciones de garganta. En este sentido, el Tribunal Superior de Madrás ordenó detener la expansión de las instalaciones de 400 mil toneladas de cobre. Además, ordenó a las autoridades competentes a realizar audiencias públicas antes de otorgar la aprobación ambiental a la compañía. Incluso, este no es la primera queja referente a la compañía. En 2013, recibió una multa de 10 millones de libras esterlinas por incumplir normas ambientales. «Operaba sin el consentimiento de la junta estatal de control de contaminación». Afirma el diario. En esta nueva oportunidad, los residentes acusan a la empresa de contaminar el aire y las pesquerías aledañas.
Indemnización por cada muerte
Ahora bien, los asesinatos producidos por la policía en el sur de India tiene indignados a la población y a los medios internacionales. El miércoles se filtró un video donde aparece un policía vestido de civil y disparaba contra los manifestantes. «Al menos uno debe morir», apunta el oficial. De esta forma, Rahul Gandhi, líder nacional del partido opositor del Congreso, dio declaraciones contundentes. «Es un ejemplo brutal de terrorismo patrocinado por el estado. Estos ciudadanos fueron asesinados por protestar contra la injusticia«.
Desde otro panorama, la policía en el sur de India afirmó que intentaron dispersar a los grupos con gases lacrimógenos. Pero al final usaron munición real. Según las autoridades, los manifestantes incendiaron la oficina del administrador local luego de negarse a un mitin en la planta. «La policía tomó medidas en circunstancias inevitables para proteger la vida pública y la propiedad. Los manifestantes recurrieron a la violencia reiterada. Las familias de las víctimas recibirán una compensación de un millón de rupias«. Fueron las palabras de Edappaki K Palaniswami, primer ministro de Tamil Nadu.
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