La Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA por sus siglas en inglés) reveló la data anual de la industria carbonífera para 2017, año en el que se registró un incremento del 6,4 por ciento en la producción de carbón.
Estados Unidos produjo alrededor de 774,6 millones de toneladas cortas (cada una equivale a 900 kilogramos) en 2017. Representó un leve incremento con respecto al año pasado, pero los niveles se mantienen reducidos frente a los estándares de 2015.
La capacidad productiva total de las minas de carbón fue de 1.058,6 toneladas cortas. En este aspecto decreció 0,9 por ciento con respecto a los niveles de 2016.
En este sentido, la actividad minera generó más empleos que en 2016. Para este renglón hubo un crecimiento de 2,4 por ciento frente a 2016, con 53.051 trabajadores.
Por otra parte, el consumo de carbón cayó un 1,9 por ciento frente a 2016, a 716,9 toneladas cortas.
La producción de carbón excede la demanda y un 92,8 por ciento del total se concentra en la generación de electricidad.
El carbón bituminoso promedió un valor de 55,84 dólares por tonelada. Esto se traduce a un aumento de 15,4 por ciento con respecto a 2016.
En cuanto al carbón térmico, su precio se devaluó un 3 por ciento frente 2016 al costar 26,53 dólares por tonelada corta.
Por otra parte, el carbón metalúrgico incrementó 61,76 por ciento su cotización. En 2017 promedió un precio de 132,82 dólares por tonelada corta.
Los inventarios de carbón culminaron 2017 en 167 toneladas cortas, un nivel 13,7 por ciento más bajo que en 2016.
Específicamente los inventarios de carbón para generación eléctrica decrecieron a 24,8 toneladas cortas a 137,7 al final de 2017.
Producción de Carbón en Estados Unidos no se detiene
A pesar de que usar el carbón para generar energía es un proceso altamente contaminante y el mundo entero trata de deshacerse de este recurso, Estados Unidos parece oponerse a este proceso.
Los niveles de producción de carbón, al igual que de consumo, han bajado considerablemente desde 2008, pero el presidente Donald Trump ha promovido su uso recientemente al recortar regulaciones medioambientales, además de mantener activas centrales que pretendían ser cerradas por el expresidente Barack Obama.
Ya la administración de Trump había mostrado su postura con respecto al medioambiente al anunciar su retirada del Acuerdo de París, que no podrá completarse sino hasta 2021. La intención de promover las renovables y fuentes más limpias de consumo energético no parece estar entre las prioridades de su gobierno.
El carbón es la energía más utilizada en 18 estados, la fuente que lidera en más regiones del país norteamericano.
Es el combustible más usado en estados como Ohio, Kentucky y Virginia Occidental. También es líder en otras grandes regiones productoras de carbón, como Colorado, Wyoming y Montana
En total, el carbón representa aproximadamente un 29,9 por ciento de la producción eléctrica de Estados Unidos. El gas natural despunta entre los combustibles fósiles con un 32,1 por ciento de y la energía nuclear destaca con una porción del 20 por ciento.
Las renovables, por otra parte, han tenido un crecimiento importante en los últimos años, pero hasta 2017 comprendían solo el 17 por ciento en la generación de electricidad.
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