Por Benito Guerrero
25/03/2016
Rolls-Royce, fundada en 1904, comenzó en 1906 con la producción del Silver Ghost, del cual se llegaron a fabricar 6.173 unidades. Además de vehículos, la firma dedica sus esfuerzos a la creación de material aeronáutico. Durante su trayectoria, la reputación de la compañía británica no ha parado de crecer, pero en la actualidad sus acciones han llegado a desplomarse a finales de 2015 hasta un 20%. Estos datos suponen la mayor caída en los últimos 15 años, y llegan después del anuncio del quinto profit warning -aviso de las empresas que cotizan en Bolsa a los inversores de que los resultados serán menores de los esperados- en 20 meses.
La empresa automovilística confirmó que las ganancias con las que cerraría 2015 no alcanzarían las expectativas. Las ventas de Rolls Royce cayeron en 2015 un 6,8%, hasta las 3.785 unidades, y sus previsiones para 2016 estiman que los beneficios se verán recortados en 922 millones de euros como consecuencia de la disminución de la demanda de motores y turbinas del sector aeronáutico industrial, uno de los principales activos de la firma.
Para combatir el azote económico, el CEO de Rolls-Royce, Warren East, quiere poner en marcha un programa de reestructuración para ahorrar entre 214 y 286 millones de euros anuales. East considera que el problema de la marca no reside tanto en los productos que fabrica como en las dificul- tades que tiene su modelo de negocio para adaptarse a las necesidades de un mercado cambiante: “Los costes fijos son demasiado altos, de modo que cambios pequeños, rela- tivamente modestos en los ingresos brutos impulsados por las condiciones del merca- do, tienen un impacto demasiado grande sobre el beneficio”.
Rolls-Royce asegura que la predecible disminución de los ingresos previstos para el próximo año se debe al descenso de las ventas de aviones corporativos que funcionan con motores de la compañía. Warren East justifica los resultados por el mercado asiático: “Las economías están deprimidas, viaja menos gente y se transportan menos cargas. Se ha visto que algunas aerolíneas asiáticas están estacio- nando sus aviones por este motivo”. Según un análisis de Flight Global Ascend, realizado por Bloomberg Intelligence, los modelos de aviones con dos pasillos operan cada vez menos en Asia. A pesar de esta situación tan negativa, la compañía recibirá grandes ingresos de la puesta a punto de modelos de fuselaje ancho, aunque no conseguirá salvar su situación general.
Un coche, 800 horas de trabajo
Muy cerca del conocido circuito de carreras, en Goodwood (Inglaterra), se ubica la sede de la factoría de Rolls-Royce, una marca que cuenta con 111 años de historia a sus espaldas. Cada coche que sale con el sello de la compañía es un modelo único que se construye con mucho cuidado.
Tanta atención al detalle supone que, sumando todo el tiempo que requiere el largo proceso de producción, en cada vehículo se invierta una media de 800 horas de trabajo. Es decir, en un día de máxima producción no se pueden fabricar más de 15 unidades. Cada una de ellas es irrepetible.
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