Por: Cambio 16
03/01/2016
Una de las cunas de la arqueología mundial y destino deseado por millones de personas en el mundo, actualmente se encuentra en una crisis por la falta de turistas extranjeros.
Egipto sufrió en 2016 una reducción de 50% en la visitas debido a la situación política y las amenazas terroristas, lo que ha llevado al sector a plantearse estrategias para costear los gastos excesivos que demanda el mantenimiento de los monumentos y el personal que trabaja para mostrarlos al mundo.
«Desde enero de 2011 (año de la salida de Hosni Mubarak del poder) nuestros ingresos cayeron. Esto impacta en el estado de los monumentos», explicó a la AFP el ministro de Antigüedades, Jaled el Enany.
La actividad turística que tantos ingresos dio al país durante años, ahora se ven mermadas por la falta de visitantes. En 2016 el país recibió menos de 6,3 millones de turistas, cuando antes de 2011 recibía a más de 15 millones.
Las entradas a los monumentos sumaron casi 37 millones de euros, un monto insuficiente, según los expertos, para la preservación permanente qui exigen los monumentos construidos hace más de 4500 años. En 2010 los ingresos, sólo de entradas, fueron de 212 millones de euros.
Además Egipto vive una crisis económica que atemoriza a su población, en especial a los 38.000 empleados de los monumentos: obreros, técnicos, egiptólogos e inspectores, quienes esperan mes a mes por su sueldo.
Sacar de gira a Tutankamón
Zahi Hawass, consejero del Ministerio de Antigüedades, ha hecho una propuesta que va en contra de todo el protocolo, reserva y limitación que durante años se ha mantenido en todo el rico patrimonio egipcio.
«¿Por qué mantener a Tutankamón en un lugar oscuro del museo de El Cairo? Tutankamón puede traer dinero», dijo Hawass
Su idea es prestarlo a otros países y con los ingresos que generará, pagar «los sueldos del ministerio durante 10 años».
«Para aumentar los ingresos intento tener algunas actividades adicionales, pero aquí sin turistas no hay recursos», sostiene. Por ello quiere impulsar el aumento de exposiciones en el extranjero, y espera que el proceso de aprobación no sea lento, porque el país lo necesita.
¿Y la maldición?
Se dice que cualquier persona que moleste a la momia de un faraón del Antiguo Egipto le cae una maldición que aproxima la muerte .La última vez (años 70) que piezas del faraón fueron sacadas de gira y se mostraron en museos de Europa, varios directores de esos lugares murieron poco después de aprobar los traslados.
La última víctima atribuida a la maldición fue Ian McShane, un actor británico que durante la filmación de la película en los años ochenta sobre la maldición, su coche se salió de la carretera y colisionó aparatosamente. No murió pero se rompió gravemente una de las piernas.