Por Ores Lario
16/03/2017
Un bolso, Metropolis, disponible en cinco colores (pétalo, magnolia, dorado, rubí y ónix) es el protagonista de esta musical historia. A través de este diseño (y de nueve solapas intercambiables que estarán disponibles en tiendas a partir del próximo mes de mayo), la marca cuenta su historia, que comenzó en 1927.
El viaje de Furla comienza en los años 20: la época de Charleston, de Josephine Baker, el Art Déco y la del nacimiento del Modernismo. La solapa en suave piel, tiene una base de terciopelo y el broche, con el número “20”, está galvanizado en oro.
Continúa en los años 30: la era del jazz. La solapa está hecha en PVC con estampado de tortuga, con visón de color marfil y la inscripción “30” en blanco, grabada con láser sobre la lengüeta negra.
Aquí están los 40: con el ritmo enloquecido del swing y la frenética alegría de la música y el baile, nuevas canciones para celebrar la nueva paz. La solapa del bolso tiene estampado de cuadros en color pétalo y rubí, el número en un volante de cuero y un lazo que evoca a las chicas pin-up de la década.
Luego los 50: la era del rock´n´roll, la explosión de color después de la II Guerra Mundial, es una década iluminada por la luces de la gramola. La solapa es rosa, turquesa y ónix con partes en relieve de color, el número es dorado y la lengüeta irisada.
Los 60 son la década de la psicodelia y los Beatles y la genial elegancia lineal de los mods. La solapa es como un tocadiscos descansando sobre una bandera de Union Jack, gris, blanca y negra. Ónix negro sobre una base estampada con un largo broche en lugar del botón del volumen. Lleva el número “1960” en el centro, como si fuese la etiqueta de un vinilo LP.
La llegada de los 70 trae la revolución disco: noches en Studio 54, la década de la purpurina y de la libertad de una cultura. Tela con purpurina, la vela plana y los espejos de bola de discoteca colgando de los techos de los clubes nocturnos.
Los 80: larga vida al punk y la new wave. La moda como provocación. La marca lo plasma con la solapa en forma de corazón con imperdibles, tachuelas, y una lengua en denim y un descarado “Furla 80” estampado en la solapa.
Para los 90 nos encontramos con la era del hip-hop, los raperos, el bling bling y el lujo del exceso. La solapa del bolso está hecha en ante, con una banda de goma adesiva ónix y naranja, la costura blanca como la de las camisetas de un equipo de fútbol y el número en grande, bordado con piel estampada.
El viaje en el tiempo acaba en los 2000: la década de la tecnología, el amanecer de un nuevo Milenio. El laminado plateado forrado con una placa plegable, como los robots; las tachuelas en forma de tornillos y el brillante strass: un mundo ampliado e interconectado por la tecnología compone el imaginario del bolso.