El FC Barcelona cerrará el año ante el Alavés en el Camp Nou, después de dejar sensaciones huérfanas contra el Real Madrid. Con el liderato todavía en juego tras el empate en el Clásico, el último encuentro ante las vacaciones no solo es necesario para mantenerse en la punta sino, además, para intentar enganchar a la afición del Barça que no está contenta con el juego del equipo de Valverde.
Sin embargo, como ya viene siendo costumbre, el entrenador azulgrana minimizó las críticas en rueda de prensa. “Siempre hay que ser netamente superior al contrario para que nuestro entorno esté contento. A veces lo logramos y otras no. Pero en todo caso está bien tener un alto nivel de exigencia”, dijo Valverde con ironía.
Sobre su rival del sábado (16.00), el técnico afirmó que es «complicado. Los delanteros Joselu y Lucas Pérez marcan su estilo de juego. No están en una racha buena de resultados, pero los últimos años nos ha costado ganarles. Se defienden bien y salen al contragolpe». Para Valverde «serán tres puntos importantes» porque este año el Barça no cuenta «con la ventaja lograda en los anteriores».
«Hemos pinchado todos y estamos más igualados. Aunque estamos en buena posición y en primavera se decidirá todo. Y ahí es donde queremos estar”, indicó Valverde, quien también se refirió a la polémica del VAR y a lo sucedido en el Clásico. “El Madrid controló más y nosotros generamos más peligro (…) Miramos las cosas para preguntarnos por qué pasó eso. La presión alta del Madrid marcó el partido y ellos nos atacaron con juego lateral y acciones de estrategia”, defendió.
Sobre el uso del VAR, Valverde opinó que tampoco con el videoarbitraje «se va a acabar la polémica». «Tanta gente hablando, tanta tertulia, tanto pre-partido y post… El que arbitra es el colegiado y el VAR es para ayudarle. A veces le toca quejarse a uno y otras, a otro. El 2020 va a seguir igual”, expresó.
El Barça multado con 1.500 euros
Por otro lado, el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol (RFEF) impuso este viernes una multa de 1.500 euros al Barcelona, además del apercibimiento de clausura del Camp Nou “por alteración del orden del encuentro de carácter grave” debido a la interrupción al minuto 56 por el lanzamiento de pelotas amarillas por parte del público.
La acción, promovida por Tsunami Democràtic, no era la única que tenía preparada la plataforma. También tenían planeado sobrevolar el Camp Nou con drones que llevaran una pancarta con el lema «Spain sit and talk». Sin embargo, según el Consejero de Interior, Miquel Buch, no pudieron llevarlo a cabo debido a los inhibidores del estadio. “Es el mismo sistema de cada partido de fútbol, no hubo diferencia”, ha asegurado.
Asimismo, insistió en diferenciar la protesta “cívica y pacífica” de los disturbios ocasionados por “un grupo minoritario en actitud violenta”. En ese sentido, confirmó el enfrentamiento entre “seguidores radicales del Barça, algunos de extrema derecha” y manifestantes independentistas pero desmintió que unos aficionados intentaran colarse al estadio como trascendió el miércoles.
También se desligó de las intervención de caretas de Lionel Messi en los accesos del Camp Nou. “No es responsabilidad de los Mossos”. Las mismas fueron confiscadas por la prohibición de que los espectadores acudan a instalaciones deportivas ocultando su rostro.
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