Miles de millones de personas se benefician diariamente del uso de especies silvestres como alimento, energía, materiales, medicina y recreación. La acelerada sobreexplotación de estas especies está causando una crisis mundial de biodiversidad. Un informe del Ipbes precisa que hay alrededor de un millón de especies de plantas y animales en peligro de extinción. Esta precariedad se acrecienta y amenaza estas contribuciones para la población global.
La Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas ofrece información y herramientas para establecer un uso más sostenible de especies silvestres. De plantas, animales, hongos y algas en el mundo. Señala que el uso sostenible es cuando la biodiversidad y el funcionamiento del ecosistema se mantienen mientras se contribuye al bienestar humano.
Ese equilibrio, en ocasiones con mayor profundidad y frecuencia, se rompe. La ‘IPCC para la biodiversidad’ como también se le conoce, sugiere alternativas para preservar al máximo la biodiversidad a escala mundial. Tras cuatro años de trabajo, el estudio recibió esta semana el visto bueno de los representantes de los 139 Estados miembros que forman este organismo, en Alemania.
Uno de los aspectos que más preocupa a los 85 expertos de las ciencias naturales y sociales que participaron en el estudio, es el del comercio mundial de estas especies silvestres. Y, en específico, del comercio ilegal: delitos contra la fauna, la flora y los bosques.
El comercio mundial, durante los últimos cuatro decenios, muestra un aumento en volumen, valor y en redes comerciales. Frente a esta situación el Ipbes cree necesario una normativa efectiva en todas las cadenas de suministro. Sin ello, estas actividades comerciales “suelen aumentar la presión sobre las especies silvestres y provocar un uso insostenible. Incluso, la destrucción de la población silvestre”. Como con la aleta de tiburón.
Especies silvestres y biodiversidad, el reto del equilibrio
El Informe de la Ipbes refiere que el comercio de especies silvestres proporciona ingresos importantes para los países exportadores. También mayores ingresos para los recolectores. Y puede diversificar las fuentes de suministro para permitir que la presión se redirija de las especies que se utilizan de manera insostenible. Pero desvincula el consumo de especies silvestres de sus lugares de origen.
Los autores encuentran que el comercio ilegal de especies silvestres representa la tercera clase más grande de todo el comercio ilegal. Con valores anuales estimados de hasta 199 mil millones de dólares. La madera y el pescado constituyen los mayores volúmenes y valores del comercio ilegal de especies silvestres. También la caza ilegal que mueve tantos dineros como el tráfico de armas y de drogas.
El Informe propone el uso de instrumentos de política que aseguren una distribución justa y equitativa de costos y beneficios de estas especies.
Asimismo aborda la explotación de especies silvestres para cubrir necesidades humanas y repasa el comportamiento del norte y del sur global. Es en el sur, donde el 70% de las personas pobres depende de estas especies, donde el uso insostenible se agudiza. Las poblaciones rurales explotan especies silvestres que ya se encuentran en riesgo. Por “la ausencia de alternativas complementarias”, dice Jean-Marc Fromentin quien copresidió la evaluación junto con Marla R. Emery y John Donaldson.
Una de cada cinco personas depende de plantas silvestres, algas y hongos para su alimentación e ingresos. 2400 millones dependen de la leña para cocinar y alrededor del 90 % de los 120 millones de personas que trabajan en la pesca de captura se sustentan en la pesca artesanal, detalló Emery.
Sostenibilidad y abundancia de peces y árboles
Jean-Marc Fromentin advierte que “el uso regular de especies silvestres es extremadamente importante no solo en el sur global. Desde el pescado que comemos hasta las medicinas, los cosméticos, la decoración y la recreación. El uso de especies silvestres es mucho más frecuente de lo que la mayoría de la gente cree”.
Además, es una fuente de ingresos para millones de personas en todo el mundo. Las especies de árboles silvestres representan dos tercios de la madera en rollo industrial mundial. El comercio de plantas silvestres, algas y hongos es una industria de miles de millones de dólares. E incluso los usos no extractivos de especies silvestres son un gran negocio. El turismo, basado en la observación de especies silvestres, es una de las principales razones por las que, antes de la pandemia, las áreas protegidas a nivel mundial recibían 8 mil millones de visitantes y generaban 600 mil millones de dólares cada año.
Al referirse a la pesca, Fromentin precisa que “cerca del 34% de las poblaciones de peces silvestres marinos están sobreexplotadas. Mientras el 66% se pesca dentro de niveles biológicamente sostenibles. Pero dentro de esta imagen global hay importantes cambios locales. Los países con una gestión pesquera robusta han visto cómo las poblaciones aumentan. La de atún rojo del Atlántico, por ejemplo, ha sido reconstruida y ahora se pesca dentro de niveles sostenibles”.
Sin embargo, para los países y regiones con ordenación pesquera de baja intensidad, el estado de las poblaciones a menudo se conoce poco. Se cree que están por debajo de la abundancia que maximizaría la producción sostenible de alimentos. Muchas pesquerías a pequeña escala son insostenibles o parcialmente sostenibles. Especialmente en África para la pesca tanto continental como marina, y en Asia, América Latina y Europa para la pesca costera.
Políticas de rectificación
La Ipbes destaca en un amplio informe que la supervivencia de aproximadamente el 12 % de las especies de árboles silvestres está amenazada por la tala insostenible.
La recolección insostenible es una de las principales amenazas para varios grupos de plantas, en particular los cactus, las cícadas y las orquídeas. Y la caza insostenible se ha identificado como una amenaza para 1341 especies de mamíferos silvestres. Con disminuciones en las especies de gran cuerpo que también tienen bajas tasas naturales de crecimiento. ligado a la presión cinegética.
El documento examina una variedad de posibles escenarios futuros para el uso de especies silvestre. Confirma que el cambio climático, el aumento de la demanda y los avances tecnológicos, que hacen que muchas prácticas extractivas sean más eficientes, probablemente presenten desafíos importantes para el uso sostenible en el futuro.
Plantea acciones para cada práctica que ayudarían a abordar estos desafíos. En la pesca, esto incluiría corregir las ineficiencias actuales; reducir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada. Suprimir los subsidios financieros dañinos, apoyar la pesca artesanal, adaptarse a los cambios en la productividad oceánica debido al cambio climático. Y la creación proactiva de instituciones transfronterizas eficaces.
En la tala, esto implicaría la gestión y certificación de bosques para usos múltiples e innovaciones tecnológicas para reducir los residuos en la fabricación de productos de madera. Iniciativas económicas y políticas que reconozcan los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales, incluida la tenencia de la tierra.
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