En Cáceres, la segunda provincia más extensa de España, se escenifica una contienda tenaz y cohesionada en defensa de sus espacios naturales. Vecinos, políticos y diversas organizaciones desmontaron los planes de una filial española de Infinity Lithium por desarrollar una planta de procesado de litio. Tal fue la contundencia de los argumentos y la movilización de sus pobladores, que Extremadura New Energies retiró públicamente el proyecto de extracción minera a cielo abierto que pretendía en Cáceres.
La ciudad vieja de Cáceres está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por su historia medieval en calles, palacios fortificados y decenas de torres. Y en la provincia tiene la misma distinción el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe. Es muy frecuentada por los aficionados a la ornitología porque hay alrededor de 200 especies de aves. Además, en las entrañas de la Sierra de La Mosca, a un kilómetro de Cáceres, hay reservas probadas de litio. Elemento muy codiciado en estos tiempos por ser la materia prima para la fabricación de baterías de dispositivos electrónicos y de vehículos eléctricos.
Los vecinos dieron la pelea concienzuda. No quedaron hilos sueltos. De una población de unos 100.000 habitantes, se presentaron 33.000 alegaciones, lo que demuestra el espíritu uniforme y activo de sus gentes. Valió la pena, pues la empresa creada para desarrollar el proyecto industrial de la planta de procesado de litio desistió de sus propósitos.
Pero el caso no se ha cerrado. Extremadura New Energies viene por nuevos bríos. Ahora anuncia la explotación subterránea de la mina de litio. ¿Esto que significa? ¿Los vecinos y organizaciones lo apoyarán o pelearán por su salida? Por los momentos, algunos carteles a favor de la mina subterránea comienzan a verse por las pareces y callejuelas de Cáceres.
El litio de Cáceres es apetecido para su extracción
“Salvemos la Montaña” es un movimiento ciudadano que nació en 2017 como oposición unánime al Proyecto de Mina a Cielo Abierto de Litio y a l actuación del Gobierno del Ayuntamiento de Cáceres. Esta agrupación realizó jornadas de información, elaboró carteles de negación al proyecto colocados en todos los rincones de la ciudad.
Incluso, emprendió actividades culturales y deportivas para concienciar sobre el peligro de la extracción para el medioambiente y la salud. Y, en forma ordenada, llamó a una firma masiva de alegaciones para detener las exploraciones. ¡Defiende a Cáceres, No a la mina! era el lema que motivó la exitosa convocatoria que sumó 35.000 rechazos al proyecto.
Argumentaron que para excavar el enorme agujero, los técnicos de la mina emplearían 9.300 toneladas de dinamita de amonio, según cálculos de la plataforma ciudadana. “El polvo nocivo llegaría a la ciudad arrastrado por el viento o acabaría contaminando el agua” indicaron.
Santiago Márquez, uno de los voceros de Salvemos la Montaña, añadió que “las plantas químicas en las que se extraerá el litio de la roca van a quemar gasoil. Emitiendo 105.000 toneladas de CO2, 206 toneladas de metano y 62 toneladas de óxido nitroso al año”.
Cáceres es el mejor representante del ecosistema mediterráneo. Muestra de una rica biodiversidad reconocida en Europa, con el Parque Nacional de Monfragüe y los Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes. Además, destruyen paisajes únicos, contaminan el agua, el bien más preciado y del que Cáceres puede presumir con la zona húmeda de la Rivera del Marco. El propio Arroyo Valhondo, y los depósitos subterráneos del Calerizo.
Estas extracciones erosionan y agreden caminos que atesoran historias y culturas. Con ellas, se eliminan las posibilidades de desarrollo sostenible de la ciudad, acorde a los tiempos que corren, agregó el movimiento.
¿Una extracción sostenible?
La Cámara de Comercio avaló la nueva propuesta, reseñó El Confidencial. “Parece que es impecable”, consideró el presidente de la entidad, Gabriel Álvarez. Pero más allá del apoyo empresarial, comienza a resquebrajarse el frente vecinal y la clave pasa por el Ayuntamiento y la Junta.
La empresa desea borrar su primera propuesta y calar con la segunda. En su web afirma que “San José Valdeflórez es el segundo mayor depósito (tipo “hard rock”) de Litio de Europa. Por eso el proyecto de Extremadura New Energies no se plantea sólo como un proyecto minero, sino que es un proyecto integrado de reconversión industrial”.
El consejero delegado de ENE, Ramón Jiménez señaló que “el proyecto a cielo abierto ya no existe y nunca será una realidad”. La empresa informó a la consejería de Transición Ecológica que descarta su primera propuesta. Y para ello ha pedido a la administración que retire cualquier información relativa a esta. El objetivo es “evitar cualquier tipo de confusión, mal interpretación o tergiversación del nuevo proyecto”.
La extracción de la mina de litio en Cáceres muestra ahora una cara más ambiental, pero explotación al fin. La compañía argumentó que “este proyecto será líder mundial en credenciales medioambientales para la extracción y el procesamiento de litio”. Explicó que en el proceso se utilizarán energías renovables provenientes de electricidad 100% renovable. Certificado de energía verde o Fuente fotovoltaica directa. Asimismo plantea la sustitución del gas natural por el H2 para alimentar el horno. Esto se realizará con el apoyo de Thyssenkrupp.
Posiciones comienzan a cambiar
El alcalde socialista Luis Salaya, manifestó su disposición a dimitir si la Junta de Extremadura, en manos de su partido, aprobaba el proyecto inicial. Pero ahora se muestra atento a la nueva proposición de la firma en su propósito por extraer litio en Cáceres.
Aclaró que lo que toca ahora es analizar el proyecto de mina subterránea una vez que se presente. Un plan que “tendrá que ser enjuiciado y analizado y tendrá que pasar por todo el proceso de estudio de impacto ambiental”. Recordó que a partir de la presentación del proyecto “pueden pasar muchas cosas”, reiterando lo importante será lo que se determine en el estudio de impacto ambiental sobre el plan minero.
Por otra parte, el portavoz del Gobierno extremeño, Juan Antonio González, afirmó que “ojalá sea un proyecto viable medioambientalmente porque eso sería bueno para Cáceres y para Extremadura. Pero debe cumplir una serie de exigencias”.
Además de la mina de la Sierra de la Mosca, Extremadura proyecta otra, esta completamente encauzada, en el municipio del Cañaveral. El Parlamento regional debe convalidar ahora la norma, pero esta prevé la declaración de “interés general el aprovechamiento de los recursos minerales de litio, existente o potencial”, en la comunidad.
También la vocera del PSOE de Extremadura, Soraya Vega, afirmó que el presidente de la Junta y secretario general del PSOE extremeño, Guillermo Fernández Vara, ha asentado que el proyecto minero “será lo que decida Cáceres”. Y la representante del Partido Popular extremeño, María Guardiola, insistió en que serán los técnicos de medioambiente los que deberán analizarlo y decidir sobre su viabilidad.
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