Por Andrés Tovar
27/03/2017
Los seres humanos suelen confiar bastante en sus sentidos, pero a veces esto puede ser algo negativo. Un ejemplo de esto es al momento de comprar comida, si uno observa cómo las personas eligen qué alimentos comprar en el supermercado, se dará cuenta que se apoyan principalmente en cómo se ven los productos por afuera, más que en su contenido.
Esto es comprensible. Uno no puede morder una manzana antes de comprarla para comprobar que está en buen estado. Debido a esto, y para evitar que los alimentos feos nunca sean comprados, muchas cadenas optan por exhibir solo comida “bonita”. El resultado, lamentablemente, es que existe un gran cantidad de comida que no se ve tan bien por fuera pero que está en buenas condiciones que termina siendo desperdiciada. Por ello, una cadena de heladerías cree haber encontrado un posible uso para estos alimentos, informa un artículo de Fast Company.
Salt & Strawberry siempre se ha caracterizado por no ser una tienda de helados común. Por el contrario, la tienda, creada por Kim y Tyler Malek, siempre trata de darle un giro inesperado a los sabores clásicos. Por ejemplo, su sabor de chocolate tiene pequeños trazos de marshmallow, mientras que su sabor de fresa tiene miel, aceite balsámico y pimienta negra, ingredientes no asociados con los helados tradicionales. Además, otra cosa que caracteriza a Salt & Strawberry es que, cada cuatro semanas, introduce un nuevo grupo de sabores “de estación”.
Ahora, la empresa promete llamar especialmente la atención este próximo mes de junio.
Esto se debe a que, según sus creadores, pretende introducir helados hechos exclusivamente de alimentos que, en condiciones normales, habrían terminado en la basura. Por ejemplo, el sabor de mantequilla de manzana estará hecho de materiales de la Destilería del Este de Portland, los granos de pimienta de Moroco, la canela de Sri Lanka, vainilla de México, cáscara de naranja de California, entre otros. Todo provendrá de comida destinada a la basura.
Los creadores afirman que la idea surgió del impacto que les causó el enterarse que el 40% de la comida de Estados Unidos termina en el tacho de basura, mientras que hay niños en ciudades locales muriéndose de hambre. Sin embargo, más que darles una nueva experiencia a los clientes, los dueños quieren generar mayor conciencia sobre la importancia de no desperdiciar la comida es decir, demostrando que crear una cadena de distribución con alimentos de este tipo es viable para que otras empresas similares decidan seguir su ejemplo.
Después de todo, los seres humanos suelen confiar en sus sentidos hasta que descubren estar equivocados, y, ¿qué mejor manera de hacerlo que demostrando que son deliciosos?
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