Por Juan E. Ballesteros
24/3/2017
Las exportaciones de las empresas españolas a China se dispararon en 2016 y alcanzaron cifras récord debido sobre todo al impulso del sector agroalimentario, con especial incidencia en las ventas de carne de cerco, que se incrementaron en un 80%, y otros productos como el aceite de oliva, el vino y la cerveza, aunque no acaba de romper la exportación de jamón curado, fundamentalmente a causa de las dificultades para introducir en el mayor mercado asiático la pata del cerdo con hueso.
Según datos del ICEX, el volumen total de exportaciones alcanzó en 2016 una cifra de 5.032 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 14,8% en relación al año anterior. De todos los productos, la carne de cerdo, con 420.000 toneladas y una facturación de 700 millones de euros, se convirtió en el principal factor de este espectacular crecimiento, pese a que las piezas más demandadas no tienen que ver con el producto estrella, el jamón curado, que solo representó un 5% del total de las ventas, con apenas cuatro millones de euros, sino con los despojos (manos, corazón y sesos), que coparon el 40% de la facturación.
Esta tendencia se ha incrementado en los meses que llevamos de 2017 y el volumen de negocio podría superar en breve los mil millones de euros, todo un hito en la balanza comercial con China. En lo que llevamos de año se han exportado un total de 100.000 toneladas, lo que implica un incremento del 35% en relación al mismo periodo del año anterior.
Las exportaciones de aceite de oliva crecieron un 14% representan una cuota de mercado del 80%, casi el doble que la cerveza (45%) y mucho más alta que el vino (23%). Además de los productos agroalimentarios han tenido un excelente comportamiento las exportaciones de minerales, con especial incidencia del cobre, la maquinaria industrial y componentes del automóvil. El total de exportaciones durante 2016 se elevó a 254.530 millones de euros.