Cambio16
17/04/2018
Visa de Chile para venezolanos avizora otro éxodo masivo
El aviso ya estaba sobre la mesa. Hace un par de semanas, Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas, anunció que cerraría la isla Boracay. ¿El motivo? Se está convirtiendo en un «pozo séptico». La isla, una joya turística del país, recibe, según BBC, más de 2 millones de turistas cada año. En este sentido, las autoridades afirman que se violan las normas ambientales. Por consiguiente, el paraje está en peligro de perder toda su exuberancia. Para evitarlo, el mandatario cerrará el destino por seis meses. La medida comenzará el 26 de abril.
La belleza de Boracay se desdibuja a una velocidad vertiginosa. Instituciones gubernamentales declaran que los hoteles, restaurantes y otros locales vierten aguas residuales directamente en el mar. Además, los 10 kilómetros cuadrados de la isla se sumen en un basurero. Para acabar con este deterioro, las autoridades acaban de publicar un plan de bloqueo para mantener alejados a los turistas rebeldes. «Utilizaremos más de 600 agentes de policías. También incluiremos una unidad de dispersión de multitudes integrada por 138 personas», rescata The Guardian.
De hecho, los residentes de Boracay deben portar carnets de identificación. También se prohibirá el canotaje y la natación nocturna. «En cualquier transición, especialmente para una acción drástica como esta, siempre hay confusión, incertidumbres y moral baja. Las analizamos y queremos mitigar cualquier problema de seguridad». Fueron las palabras de Ch Supt Cesar Binag, director de la policía regional.
En otro orden de ideas, la entrada a Boracay estará limitada a un pequeño puerto marítimo. Según Channel News Asia, las empresas en Boracay presionaron al estado para una «rehabilitación gradual». Afirman que un cierre abrupto puede llevar a la quiebra y pérdidas de empleos. «Está en peligro el trabajo de 17 mil hoteleros, restaurantes y otros oficios turísticos de la isla», señala el portal.
Parte de la tarea de recuperación de Boracay incluye la demolición de construcciones ilegales sobre pantanos. El Gobierno, además, sancionará a las autoridades que permitan el uso inadecuado del alcantarillado local. Según El Economista, el cierre de Boracay constará 874 millones de euros.
Suscríbete y apóyanos «Por un mundo más humano, justo y regenerativo»
Gracias por leer Cambio16. Vuestra suscripción no solo proporcionará noticias precisas y veraces, sino que también contribuirá al resurgimiento del periodismo en España para la transformación de la conciencia y de la sociedad mediante el crecimiento personal, la defensa de las libertades, las democracias, la justicia social, la conservación del medio ambiente y la biodiversidad.
Dado que nuestros ingresos operativos se ven sometidos a una gran presión, su apoyo puede ayudarnos a llevar a cabo el importante trabajo que hacemos. Si puedes, apoya a Cambio16 ¡Gracias por tu aportación!