El movimiento Black Lives Matter, que dice identificarse con las minorías raciales, desplazadas y oprimidas, salió en defensa del represivo régimen de Cuba, luego de unas jornadas de protestas este fin de semana. En contra del manejo de la pandemia, el hambre, y la ausencia de libertades. En respuesta la gestión de Miguel Díaz Canel arreció la violencia y persecución con el saldo de un fallecido y decenas de detenidos.
Reciente está el malestar de la ciudadanía por hacer valer sus derechos, atropellados consecuentemente por más de seis décadas. Descontento que se está haciendo cada vez más notorio y masivo en las calles de La Habana. Sin embargo, BLM obvió el maltrato a los cubanos por hacerse sentir en el mundo, que pareciera haber olvidado su quejido y enfocó su discurso a favor del régimen castrista.
“El pueblo de Cuba está siendo castigado por el gobierno de Estados Unidos. Porque el país ha mantenido su compromiso con la soberanía y la autodeterminación”, dijo BLM en su cuenta de Instagram.
Además, señaló que “los líderes estadounidenses han intentado aplastar esta revolución durante décadas”. Asimismo advirtió que el régimen comunista ha sido solidario con la causas africanas. ¿Angola, Siria, Argelia, Etiopía, Grenada?
La posición de BLM fue difundida por la Cancillería cubana y replicada por los entes oficialistas. En el texto condena el «bloqueo» a Cuba. «Esta política cruel e inhumana, dictada con la intención de desestabilizar el país y socavar el derecho de los cubanos de escoger su propio Gobierno, es el principal motivo de la actual crisis», señala
Opal Tometi, una de las fundadoras de Black Lives Matter, condecoró a Nicolás Maduro en Harlem, Nueva York, en 2015. Y viajó a Venezuela invitada por el régimen a participar como observadora en un proceso electoral. Llamó “contrarrevolucionaria” a la oposición.
En Cuba, el resurgir de las protestas
El régimen castrista anunció que levantará hasta el 31 de diciembre las restricciones aduaneras que limitan la importación de medicamentos y alimentos. Esta decisión revela la profunda crisis económica y social de la isla, y la realidad: el bloqueo real es del régimen cubano, no de la Casa Blanca . Y reconoce que ahí está la causa de las demandas en las protestas que se registraron el fin de semana y que han sido fuertemente reprimidas con las amenazas, golpizas y arrestos. La medida de la libre importación de alimentos, medicamentos y productos de aseo empezará del lunes, dijo el primer ministro Manuel Marrero.
El régimen cubano ha dicho que las protestas «fueron provocadas por una campaña a través de las redes sociales con la etiqueta SOS Cuba difundida por «contrarrevolucionarios» en un intento de desestabilizar el país. El hashtag pedía una intervención humanitaria debido a la crítica situación en la que sobrevive la población en medio de la pandemia de la COVID-19. Sin alimentos, sin medicinas y los hospitales sin jeringas y equipamiento imprescindible, básico. Y con apagones que duran días enteros con sus noches.
Agobiados y sin nada que perder («lo hemos perdido todo)» miles de cubanos salieron a las calles el pasado fin de semana para protestar por la escasez de alimentos y medicinas, una realidad que ha sido admitida por el propio régimen que encabeza Díaz Canel. Las manifestaciones también cuestionaron las restricciones de los derechos civiles, la mala gestión gubernamental para evitar la propagación del coronavirus y el desgarrador grito de LIBERTAD
Esta movilización cívica y su feroz represión produjo reacciones globales. El secretario general de la OEA, Luis Almagro, dijo reconocer el “legítimo reclamo de la sociedad cubana por medicinas, alimentos y libertades fundamentales”. Mientras la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llamó al «Estado de Cuba a cumplir con sus obligaciones de respetar los derechos humanos. En particular el derecho a la protesta».
También el cantante colombiano Juanes ha sido tendencia mundial número por su mensaje contundente sobre que sucede en Cuba.
España afirma que Cuba no es democracia
Las protestas en Cuba encontraron al gobierno español en plena reestructuración del gabinete. Y en medio de una disparidad de opiniones.
Por un lado, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, calificó como “muy duras las imágenes” de la represión policial. “Dicho esto, tiene que ser la sociedad cubana la que encuentre el camino, y la comunidad internacional tendrá que ayudar”, dijo. ‘
En vista de las presiones del PP, Vox y Ciudadanos por una postura más enérgica y comprometida, Sánchez salió al paso para decir que “es evidente” que Cuba “no es una democracia”. Sin embargo el jefe del ejecutivo ni su nueva portavoz, Isabel Rodríguez, evadieron la palabra “dictadura” para calificar al régimen cubano.
El recién designado ministro de Relaciones Exteriores, José Manuel Albares envió una comunicación a Díaz Canel pidiendo que “respete” el derecho a la libre manifestación. Y exigió la “inmediata” liberación de la corresponsal de ABC, Camila Acosta, detenida el lunes por las autoridades cubanas. Mientras Rodríguez insistía en que “no hay duda de que España es una democracia plena, que defiende la democracia, los derechos y las libertades”.
Entretanto, el portavoz adjunto del PP y responsable de Exteriores, Pablo Hispán, negoció directamente con su homólogo socialista, Héctor Gómez, una declaración para llevarla al Congreso. La propuesta no prosperó porque hacía referencia a la “dictadura cubana”, hecho denunciado por el líder de la oposición, Pablo Casado.
Casado indicó que el PSOE se ha opuesto a la iniciativa popular por contener la palabra «dictadura», que los miembros del Gobierno tanto socialistas como de Podemos se han negado a pronunciar estos días.
Excarcelan a la periodista española
La periodista Camila Acosta fue excarcelada este viernes en horas de la mañana en Cuba, según le confirmó ella a ABC. Luego de dejar la estación policial 10 de Octubre donde estuvo detenida. La corresponsal de ABC pasó a la situación de arresto domiciliario.
Acosta fue detenida el pasado domingo por grabar las protestas en Cuba. Según confirmó su padre días después, el régimen iba a procesarla por “desacato” y “desorden público”. Acosta informó que antes de excarcelarla querían que firmara un documento aceptando el cargo de “desorden público”, que conlleva la sanción de una multa. “Yo me he negado porque no he hecho nada. Solo ir a la manifestación para cubrirla”, explicó.
La detención de la periodista provocó una oleada de apoyo y de peticiones procedentes de todo el mundo pidiendo su liberación, desde el Gobierno de España hasta el senador estadounidense republicano Marco Rubio.
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