La organización no gubernamental Igualdad Animal mantiene su campaña mundial para que se prohíba el foie gras, un alimento “de lujo” que en su elaboración esconde un trato extremadamente cruel de los animales. Para obtener foie gras, los patos y gansos son alimentados a la fuerza hasta que les revienta el hígado.
Es una práctica extremadamente cruel sin exageración alguna. A los patos y gansos se les inmoviliza y se les introduce un tubo metálico en la garganta, a través del cual se les alimenta a la fuerza con grandes cantidades de pienso a diario y durante 10-15 días hasta que sus hígados “exploten”. Tanto les recrece el hígado que en el momento del sacrificio puede pesar hasta 10 veces más que el de un animal sano.
Por la prohibición del foie gras en el Reino Unido
La producción de foie gras está prohibida en el Reino Unido, pero supermercados y restaurantes lo siguen importando. Unas 200 toneladas al año, que utilizan para su producción la alimentación forzada.
El Gobierno de Gran Bretaña hace unos meses expresó su apoyo a la prohibición de la alimentación forzada, pero no se ha materializado en una radical prohibición de importar foie gras. Los directivos de Igualdad Animal enviaron una carta a los representantes de las instituciones británicas para solicitar una postura clara y definitiva contra la alimentación forzada y, por consiguiente, que se prohíba la importación de la exquisitez.
La carta, que tiene como destinatarios al honorable George Eustice y a Lord Goldsmith de Richmond Park, de la Cámara de los Comunes, señala que las instituciones políticas del Reino Unido tienen un largo historial de progresos de gran alcance. “Muy a menudo los avances logrados por los británicos han inspirado a miles de figuras políticas de todo el mundo para lograr resultados igualmente significativos en sus países. Históricamente, cualquier progreso realizado en el Reino Unido siempre ha allanado el camino para el progreso en otras naciones. El tema de la protección de los animales no es una excepción”, afirman.
Igualdad Animal se opone a la importación de foie gras elaborado con animales sometidos a tratos extremadamente crueles
Recuerdan que en 1822 el Parlamento británico aprobó una de las primeras leyes de protección de los animales, la “Ley para prevenir el trato cruel e inadecuado del ganado” y que desde entonces se aprobaron otras leyes importantes que siguieron ese ejemplo. Rememoran la primera Ley de Crueldad con los Animales de 1835 (que incluía toros, perros, osos, cabras y ovejas y prohibía las peleas de gallos y el bear-baiting, una lucha sangrienta entre perros y osos) y la Ley de Crueldad con los Animales de 1876, que establecía límites estrictos a la vivisección, que establecía cargos penales para quienes no las cumplieran.
Afirman que en 2006 la Ley de Bienestar Animal elevó aún más el listón. Impuso a los cuidadores de animales la obligación de garantizar el bienestar de los animales. También definió los delitos que cometen quienes hacen sufrir a los animales.
“Las leyes del Reino Unido son pioneras en reconocer los derechos de los animales y debe complacer a todos los británicos tanto como a Igualdad Animal que el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales declare en su plan de acción que “está explorando la prohibición de la venta de foie gras”, apuntan.
Asimismo, afirman que acogen con satisfacción la introducción del proyecto de ley sobre la sensibilidad de los animales, que reconoce formalmente a los animales seres sensibles y pensantes.
Con la alimentación forzada gansos y patos sufren innecesariamente
Manifiestan que el Reino Unido, como líder reconocido en legislación sobre bienestar animal, no puede apoyar económicamente torturas como la alimentación forzada de patos y gansos para la producción de foie gras. Una práctica cruel les hace sufrir innecesariamente.
“Esta hipocresía debe terminar y la prohibición de importación debe ser inmediata. Contamos con ustedes para hacer realidad este logro histórico para los animales”, finalizan.
La misiva la firman Sharon Núñez Gough, presidente de Igualdad Animal Internacional; José Valle, vicepresidente de Igualdad Animal Internacional; Matteo Cupi, vicepresidente de Igualdad Animal Europa; Carla Lettieri, directora Ejecutiva de Igualdad Animal en Brasil; Silvia Barquero, directora ejecutiva de Igualdad Animal en España; Amey Deshmukh, director ejecutivo de Igualdad Animal en la India; Alice Trombetta, directora ejecutiva de Igualdad Animal en Italia; Dulce Ramírez, directora ejecutiva de Igualdad Animal en México.
Los dos representantes de las instituciones a las que dirigimos nuestra carta –George Eustice, secretario de Estado de Medio Ambiente del Reino Unido, y Lord Goldsmith, ministro de Bienestar Animal del Reino Unido– se han pronunciado recientemente sobre el tema. Mientras Eustice muestra un débil compromiso, Lord Goldsmith es partidario de prohibir el foie gras “en los próximos meses”. Siguen posponiendo el asunto.
Igualdad Animal considera que el gobierno británico no puede seguir dando largas. Apunta que la petición la firman más de 225.000 ciudadanos. Desean que se ponga fin a la extrema crueldad que se inflige a gansos y patos. Una tortura a muchos para que los pocos disfruten un “lujo”.
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