Las poblaciones de dugongos, unos grandes mamíferos marinos herbívoros, y el 44% de todos los abulones se unen a las especies amenazadas de extinción en la amplia Lista Roja de la UICN. La vulnerabilidad de estos animales marinos es atribuida, una vez más, a la acción del hombre. Incluida la pesca ilegal e insostenible, la contaminación, el cambio climático y las enfermedades derivadas de los desastres ambientales.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), cierra el año con una nueva noticia que alerta y preocupa a la biodiversidad y al mantenimiento en equilibrio de la fauna marina. Además de la situación del Coral Pilar que se ha deteriorado y es catalogado “En Peligro Crítico”.
La Lista Roja de la UICN incluye, a la fecha 150.388 especies, de las cuales 42.108 están amenazadas de extinción. Mientras tanto, el cambio climático afecta al menos al 41% de las especies marinas amenazadas.
“La actualización de la Lista Roja de la UICN revela una ‘tormenta perfecta’ de actividades humanas insostenibles que diezman la vida marina en el planeta”, dijo Bruno Oberle, Director General de la UICN.
“Necesitamos urgentemente abordar las crisis interrelacionadas del clima y la biodiversidad con cambios profundos en nuestros sistemas económicos. O corremos el riesgo de perder los beneficios cruciales que nos brindan los océanos”, señaló al dar a conocer las nuevas especies amenazadas.
En la reciente cumbre de la biodiversidad, la COP15 que se realizó en Montreal, se acordó proteger al menos 30 % de las áreas terrestres y marítimas del mundo para 2030. Actualmente, 17 % de la tierra y 10 % de las áreas marinas están protegidas.
La Lista Roja de la UICN se amplía
Las poblaciones de dugongos en África Oriental y Nueva Caledonia han sido incluidas en la Lista Roja de la UICN en las categorías “En Peligro Crítico” y “En Peligro” de extinción. La especie sigue siendo considerada muy vulnerable a escala mundial. En la actualidad quedan menos de 250 individuos maduros en África Oriental y menos de 900 en Nueva Caledonia.
Los dugongos o (dugong dugon) son animales tranquilos y apacibles. De apariencia corpulenta y juguetona. Su cuerpo es fusiforme, es decir, su parte media es ancha y sus extremos angostos. Son animales hidrodinámicos, y muy musculares, alcanzando hasta 3 metros de largo y un peso de hasta 500 kg. Se alimentan principalmente de pastos marinos y vegetación acuática que arrancan con sus hocicos. Esta especie habita en aguas cálidas, costeras y poco profundas, en ecosistemas que alberguen grandes cantidades de vegetación.
Señala la entidad que las principales amenazas son las capturas no intencionales en aparejos de pesca en África Oriental y la caza furtiva en Nueva Caledonia. Así como las lesiones causadas por embarcaciones en ambos lugares. En África Oriental, la exploración y producción de petróleo y gas, la pesca de arrastre, la contaminación química. Y los desarrollos costeros no autorizados están dañando y destruyendo las praderas marinas de las que dependen los dugongos para su alimentación.
La degradación y pérdida de pastos marinos en Nueva Caledonia es el resultado de la escorrentía agrícola, la contaminación causada por la extracción de níquel y el desarrollo costero. Así como de los daños causados por el anclaje de embarcaciones. Los impactos del cambio climático representan además una amenaza en toda la extensión de la distribución de los dugongos.
Los corales más vulnerables por la acción del hombre
Evan Trotzuk, quien dirigió la evaluación de la Lista Roja de la UICN en África Oriental, manifestó la necesidad de “fortalecer la gobernanza pesquera comunitaria. Y ampliar las oportunidades de trabajo más allá de la pesca donde los ecosistemas marinos son esenciales para la seguridad alimentaria y los medios de vida de las personas”.
Asimismo, “la creación de áreas conservadas adicionales en zonas donde viven los dugongos, particularmente alrededor del Parque Nacional del Archipiélago de Bazaruto. También empoderaría a las comunidades locales y otras partes interesadas para encontrar, implementar y beneficiar de soluciones que frenen la disminución a largo plazo de la abundancia de dugongos. Así como de la extensión y calidad de las praderas marinas.”
Otro caso de alarma es el coral pilar (Dendrogyra cylindrus), que se encuentra en todo el Caribe. Desde la península de Yucatán y Florida hasta Trinidad y Tobago, que ha pasado de “Vulnerable” a “En Peligro Crítico” en la Lista Roja de la UICN, después de que sus poblaciones se redujeran en más del 80% en la mayor parte de su área de distribución desde 1990. La amenaza más urgente es la enfermedad de pérdida de tejido coralino, que ha surgido en los últimos cuatro años y es altamente contagiosa, infectando entre 90 y 100 metros de arrecife por día.
El blanqueamiento causado por el aumento de las temperaturas de la superficie del mar y el exceso de antibióticos. Así como fertilizantes y aguas residuales vertidos en el mar han debilitado a los corales y los han hecho vulnerables a las enfermedades. La sobrepesca alrededor de los arrecifes de coral ha agotado el número de peces herbívoros. Esto permite que las algas dominen los ecosistemas y ejerzan más presión sobre los corales.
Los abulones amenazados de extinción
La Lista Roja de la UICN también incluye, desafortunadamente a los abulones. Estas especies se venden como algunos de los mariscos más caros del mundo. Sus amenazas principales son la recolección y la caza furtiva insostenibles, agravadas por el cambio climático, las enfermedades y la contaminación. Veinte de las 54 especies de abulones del mundo están hoy amenazadas de extinción, según la primera evaluación mundial.
En Sudáfrica, la caza furtiva por parte de redes criminales, muchas de ellas relacionadas con el tráfico internacional de drogas, ha devastado las poblaciones de abulones perlemoen (Haliotis midae). Unas olas de calor marinas cada vez más frecuentes y severas han causado muertes masivas. Matando al 99% de los abalones de Roe (H. roei) en las partes más septentrionales de su área de distribución en Australia Occidental.
Las olas de calor marinas han exacerbado las enfermedades que afectan a los abulones en todo el mundo, y más particularmente al abulón negro (H. cracherodii), “En Peligro Crítico”, en California y México. Y a la oreja de mar (H. tuberculata), presente desde el Canal de la Mancha hasta el noroeste de África y el Mediterráneo.
Estas olas de calor marinas también matan las algas de las que dependen los abulones para alimentarse. La contaminación causada por la escorrentía agrícola e industrial provoca floraciones perjudiciales de algas, eliminando el abulón omaní (H. mariae). Una especie comercial que se encuentra en la Península Arábiga. Unas toxinas como la pintura anti-incrustante de los barcos agotan aún más las poblaciones.
“Los abulones reflejan la desastrosa tutela de nuestros océanos por parte de la humanidad en un microcosmo: sobrepesca, contaminación, pérdida de hábitats, floraciones de algas, calentamiento y acidificación. Realmente son verdaderos canarios en las minas de carbón”, dijo Howard Peters, miembro del Grupo de Especialistas en Moluscos de la CSE-UICN.