Desde hace tiempo se vienen haciendo advertencias sobre el riesgo de contraer enfermedades crónicas, por un lado, y su gravedad con respecto a la COVID-19, por el otro. Si a ello se suma el deterioro de los sistemas de salud pública de algunos países del mundo, cuídese: evite caer en las cifras rojas.
Ya se han hecho otras advertencias sobre, precisamente, el daño que personas, que padecen dichas afecciones, corren en este momento, debido a las restricciones de movilidad y de tipo económico por el confinamiento que ha supuesto la pandemia. Esta situación les ha impedido seguir con sus tratamientos en los centros de salud a escala mundial, entre otras limitaciones.
A todos estos factores de incidencia en la calidad de vida de dichas personas se suma un macroestudio que publicó la revista médica The Lancet y que redifundió el Sindicato Asambleario de Sanidad (SAS), de España.
Enfermedades crónicas multiplican el daño de la COVID-19
La investigación afirmó que la ineficacia de los sistemas de salud pública para contener factores como el tabaquismo o la obesidad, tan favorecidos por la publicidad y el poder de compra, contribuye al incremento de las enfermedades crónicas o no transmisibles. Por ejemplo, las cardiopatías, los distintos tipos de cáncer, entre ellos, el de pulmón, uno de los más frecuentes en España; la diabetes, las enfermedades renales, las respiratorias… Estas patologías, a su vez, multiplican el daño de la COVID-19.
De acuerdo con el informe Enfermedades crónicas y COVID-19, que hicieron, entre otros organismos, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 28% de las personas que tenían cáncer en China, y que se habían contagiado con la COVID-19, murieron. Esta cifra supera con creces al resto de la población contagiada de ese país y que comprende el 2%.
Como otro dato importante señaló que las personas con diabetes tienen dos veces más probabilidades de contraer una enfermedad grave o de morir por el SARS-CoV-2, que causa la COVID-19.
El peligro de la sindemia
Así mismo, la OMS publicó que, con base en datos de 2016, las principales diez causas de muerte en todo el mundo fueron la cardiopatía isquémica y el accidente cardiovascular, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el cáncer de pulmón, junto a los de tráquea y de bronquios. También la diabetes, los fallecimientos atribuibles a la demencia, las infecciones de las vías respiratorias inferiores, las enfermedades diarreicas y la tuberculosis. La buena noticia es que la infección por el VIH/sida dejó de ser una de las diez primeras causas de muerte a escala mundial.
Por otro lado, el macroestudio de The Lancet agregó que la COVID-19 implica una sindemia (sinergia de epidemias que comparten factores sociales y que se presentan en un mismo momento y lugar) que junta tanto el contagio por el nuevo coronavirus como el aumento de otras patologías.
Impacto de la expectativa de vida
La investigación analizó 286 causas de muerte, 369 enfermedades y 87 factores de riesgo en más de 200 países; entre ellos, España. Determinó que durante los últimos 30 años se han creado las bases, en las que, ahora, la COVID-19 repercute aún más. En otras palabras, aunque las personas viven cada vez más años, se padecen más patologías crónicas.
“Aunque debe atenderse el control de la transmisión comunitaria del SARS-CoV-2 y la protección de los más vulnerables, el éxito exigirá una estrategia que afronte la interacción del virus con las patologías no contagiosas y la desigualdad social”, alertó.
Si a ello se suma la falta de inversión en los sistemas de salud, la sustracción de equipos, insumos y medicamentos, la falta de personal sanitario, que además está mal pagado y sobreexcedido en sus funciones, la falta de servicios e higiene, la inseguridad y la falta de insumos y medidas de protección contra la COVID-19 en muchos países… es mejor cuidarse en salud.
¿Qué nos está enfermando?
El estudio científico mostró que hay diez enfermedades principales que están matando a la población mundial. Sin embargo, seis afectan aún más a los adultos de más edad. Estas son: la diabetes, los ictus, la enfermedad renal crónica, el cáncer de pulmón y la sordera por edad avanzada.
El estudio calculó que los años de vida sana que se pierden por enfermedad, discapacidad o muerte prematura por cardiopatía han aumentado 50% desde 1990. También se han incrementado en 148% por la diabetes, 32% por los ictus y 62% por el cáncer de pulmón.
“España entra de lleno en este terreno, dado que las principales causas de muerte en el país son, precisamente, las cardiopatías, el ictus, la diabetes y el tumor pulmonar, además del alzhéimer, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. El resto de las patologías indicadas por la revista son el sida, los desórdenes musculoesqueléticos, la lumbalgia y la depresión”, acotó, por su parte, el SAS.
Los mayores riesgos
Por otro lado, y tal como lo han advertido diferentes organismos nacionales e internacionales, las personas con enfermedades crónicas preexistentes corren un mayor riesgo de sufrir los daños de la COVID-19. Para este 16 de octubre la enfermedad lleva 38.789.204 casos confirmados y 1.095.097 fallecimientos en todo el mundo, publicó la OMS.
España es el séptimo país de entre los diez con más casos. Así, presenta 921.374 casos confirmados y 33.553 muertes. Madrid, donde el Gobierno central declaró el estado de alarma en 9 municipios, encabeza la lista de las comunidades autónomas con más contagios. La última actualización del Ministerio de Sanidad del 16 de octubre informó de 276.790 casos confirmados. Le sigue Cataluña con 168.208.
Por su parte, Richard Horton, editor de The Lancet, agregó que las enfermedades crónicas no transmisibles han incidido en más de un millón de muertes por la COVID-19.
“Las enfermedades no contagiosas han desempeñado un papel fundamental en el número de más de un millón de muertes causadas por la COVID-19 hasta la fecha”, dijo.
Factores de riesgo y recomendaciones
Entre los factores de riesgo de padecer estas enfermedades, están el tabaquismo, la obesidad, la hipertensión, la hiperglucemia y la falta de actividad física. También la mala alimentación, el consumo nocivo de alcohol, la contaminación ambiental y el estrés.
Una de las recomendaciones para evitar ese tipo de enfermedades es el cambio de hábitos de vida y de alimentación. Por ello, se aconseja comer muchas frutas y vegetales, reducir las carnes rojas, consumir granos y cereales, beber mucha agua y disminuir tanto el azúcar como la sal. También, dormir lo suficiente y no caer en el error de estresarse.
Por otro lado, Emmanuela Gakidou, profesora del Instituto de Métrica y Evaluación de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Washington, señaló que los Gobiernos deberían colaborar internacionalmente en iniciativas para hacer que los mejores hábitos y estilos de vida estén al alcance de todos. Sin embargo, no se limita nada más a las campañas informativas sobre los factores de riesgo, sino que también toca puntos espinosos.
“Cuando existe un riesgo importante para la salud de la población, como la obesidad, puede ser necesario que el Gobierno adopte medidas coordinadas por medio de la regulación, los impuestos y los subsidios”, afirmó.
El valor de la alimentación
A propósito de estas enfermedades, el 16 de octubre se celebró el Día Mundial de la Alimentación, por lo que el Ministerio de Sanidad llamó a tener una dieta variada y equilibrada, hacer ejercicio y a hidratarse.
A su vez, en la también celebración del Día Mundial de la Hipertensión (es el 17 de mayo pero este año se hizo el 16 de octubre), Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, dijo que forma parte de los más de mil millones de personas que padecen hipertensión en todo el mundo. No obstante, anunció que 9 de cada 10 personas no la tienen bajo control y 2 de cada 5 ni siquiera saben que la tienen.
“La hipertensión puede causar enfermedades cardiacas, daños renales y accidentes cerebrovasculares, así como enfermedad grave y muerte por la COVID-19. La pandemia de la COVID-19 ha interrumpido los servicios para la hipertensión en más de la mitad de los países”, alertó.
Lea también:
Suscríbete y apóyanos «Por un mundo más humano, justo y regenerativo»
Gracias por leer Cambio16. Vuestra suscripción no solo proporcionará noticias precisas y veraces, sino que también contribuirá al resurgimiento del periodismo en España para la transformación de la conciencia y de la sociedad mediante el crecimiento personal, la defensa de las libertades, las democracias, la justicia social, la conservación del medio ambiente y la biodiversidad.
Dado que nuestros ingresos operativos se ven sometidos a una gran presión, su apoyo puede ayudarnos a llevar a cabo el importante trabajo que hacemos. Si puedes, apoya a Cambio16 ¡Gracias por tu aportación!