El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, cumplió su amenaza: retiró las credenciales a los periodistas extranjeros, incluyendo rusos. A través del Ministerio de Relaciones Exteriores 17 periodistas fueron informados del retiro de sus permisos para trabajar en el país, justo cuando enfrentan una crisis política.
Lukashenko ya lo había dicho: “Expúlsenlos si no cumplen con nuestras leyes y llaman a la gente a protestar”. Y así sucedió. Los medios de comunicación que ahora no pueden permanecer en Bielorrusia son: BBC, Associated Press (AP), Agence France-Presse (AFP) y Reuters. También cuatro periodistas de Radio Libertad y otro del canal estadounidense en idioma ruso Nastoyascheye Vremia. Algunos de estos periodistas, que son ciudadanos rusos, además, fueron expulsados del país.
El pasado jueves, en medio de una protesta, la policía bielorrusa detuvo a medio centenar de periodistas, los cuales fueron liberados al cabo de unas horas. Sin embargo, otros quedaron a la espera de juicio. Fue allí cuando se conoció de la deportación del periodista sueco Paul Hansen, quien no puede ingresar a Bielorrusia durante los próximos cinco años.
Protestas, detención y revisión de credenciales
La reportera rusa de Deutsche Welle (DW), Alexandra Boguslavskaya, fue una de las víctimas de las amenazas de Lukashenko, cuando le revisaron las credenciales a ella y otros periodistas extranjeros. Relató cómo fue su detención, hecho ocurrido el pasado martes, durante la protesta en Minsk. Asegura que ella, junto a casi tres docenas de periodistas, pasaron varias horas en custodia de la policía para «verificar documentos».
La ley de Bielorrusia establece que “la verificación de los datos personales no debería llevar más de tres horas”. Sin embargo, la periodista asegura que su revisión inició cerca de las 19:00 hora local hasta la 1:00 de día siguiente. Indicó que un grupo de personas desconocidas les exigieron desbloquear sus teléfonos móviles para revisar fotos y videos. Luego de borrar “el material incómodo” se les permitió a los periodistas salir de la estación de policía.
Aseguró que no recibió una explicación oficial de su detención. “Sólo me informaron que se había iniciado un proceso administrativo en mi contra por trabajar como periodista sin acreditación, a pesar de que la tengo». Como parte de la violación de sus derechos humanos, a la periodista no le permitieron ver a un abogado ni hacer una llamada telefónica.
El gremio defiende a los periodistas extranjeros
Ante la decisión del Gobierno bielorruso de retirar las credenciales a los comunicadores sociales foráneos y acusarlos de propiciar “actos criminales”, la Asociación de Periodistas de Bielorrusia (APB) solicitó iniciar una causa penal por obstaculizar las labores de los periodistas, delito contemplado en la legislación bielorrusa. También piden que los responsables sean cesados de sus funciones para que no obstaculicen el proceso.
La organización asegura que “los agentes de la policía destruyeron deliberadamente los vídeos grabados que pertenecen por derecho de autor a los periodistas y los medios de prensa. Todo esto se acompañó con amenazas de romper o destruir el equipamiento de los periodistas”.
Pero el portavoz de la diplomacia bielorrusa, Anatoli Glaz, aclaró que la medida responde a la recomendación de la comisión interministerial de lucha contra el extremismo y el terrorismo.
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