Por Miriam Burgués | Efe
15/09/2016
La primera dama de EEUU, Michelle Obama, cautivó en la Convención Demócrata celebrada en julio en Filadelfia y ahora, en la recta final de la campaña, pondrá su carisma y popularidad al servicio de la candidata a la Presidencia del partido, Hillary Clinton.
Este viernes, la esposa del presidente Barack Obama hará campaña por Clinton y su candidato a la Vicepresidencia, el senador Tim Kaine, en la Universidad George Mason, en el norte de Virginia, un estado donde ganar es vital tanto para la aspirante demócrata como para su rival republicano, Donald Trump.
El retorno de Michelle Obama a la campaña tras la convención de julio llega en un momento muy oportuno, puesto que Clinton ha estado fuera de juego unos días después de que se le diagnosticase una neumonía y, además, persisten las críticas por unas declaraciones en las que calificó de «deplorables» a los seguidores de Trump.
Según la campaña de Clinton, en el acto de mañana Obama urgirá a los habitantes de Virginia, «especialmente» a los jóvenes, a registrarse para votar antes del 17 de octubre, la fecha límite en este estado.
Myra Gutin, profesora de la Universidad Rider y experta en el papel de las primeras damas en EEUU, comentó a Efe que Obama va a ser «en cierto modo una animadora» en actos como el de este viernes y se decantará por destacar aspectos «personales» de la ex secretaria de Estado, como el hecho de que es una mujer «tenaz».
En la misma línea, Katherine Jellison, de la Universidad de Ohio y especialista en estudios sobre las primeras damas, anotó a Efe que Obama hablará «probablemente de la Hillary Clinton a la que conoce personalmente» y de algunas de sus cualidades no mencionadas a menudo en la prensa pero sí por sus amigos: «Empatía, sentido del humor y compasión».
Jellison cree, además, que otra de las metas de la primera dama será «motivar» a los ciudadanos para que voten en las elecciones del 8 de noviembre, «recordándoles el acortamiento de la distancia» entre Clinton y Trump en las últimas encuestas.
En un sondeo del diario The New York Times y la cadena CBS divulgado este jueves, Clinton y Trump aparecen empatados en intención de voto a nivel nacional, con un 42% de apoyo cada uno.
A juicio de Jellison, es muy posible que Obama también haga hincapié en los mismos temas que planteó en su discurso ante la Convención Demócrata y, en un tono «optimista», presente una Presidencia de Clinton como «la oportunidad de que Estados Unidos avance hacia una nación más inclusiva».
«Me despierto cada mañana en una casa que fue construida por esclavos. Y veo a mis hijas, dos jóvenes negras, inteligentes y hermosas, jugando con sus perros en los jardines», afirmó la primera dama en un momento de ese discurso ante la convención, con la voz quebrada.
No le hizo falta decir más para trasladar un mensaje optimista sobre cómo ha evolucionado y progresado el país, en claro contraste con la visión apocalíptica que normalmente ofrece Trump.
«Y gracias a Hillary Clinton, mis hijas, y todos nuestros hijos e hijas, ahora dan por sentado que una mujer puede ser presidenta de Estados Unidos», enfatizó también Obama, espléndida con un vestido azul brillante, antes de poner al auditorio de la convención en pie.
No hay duda de que ese discurso fue «extremadamente eficaz», según Gutin, quien recuerda, además, otro factor que «obviamente» puede ayudar a Clinton: la gran popularidad de la primera dama, que estaba en el 64% en agosto, seis puntos más que antes de la convención, según la encuestadora Gallup.
Gutin pronostica que habrá actos en los que Michelle Obama y Clinton aparecerán juntas, y ve también a la primera dama haciendo campaña en solitario hasta el 8 de noviembre sobre todo en los estados más reñidos como Virginia.