Cada vez estamos más acostumbrados a escuchar o leer sobre movilidad sostenible. Y es que la preocupación por la sostenibilidad es una realidad que está influyendo en la forma en la que nos movemos diariamente, convirtiéndose en una pieza clave en el contexto social y la transformación de la movilidad.
Este año ha marcado un punto de inflexión en este ámbito, con un impulso tanto a nivel regulatorio como de incentivos por parte de las administraciones públicas, y el propio compromiso de los fabricantes de aumentar la producción de vehículos de energías alternativas, cada vez más demandados por los conductores.
Northgate Renting Flexible, compañía líder en el ámbito de la movilidad profesional y pionero en la prestación de servicios de renting flexible, señala haber registrado un aumento de la demanda de este tipo de vehículos. De hecho, en el último año, Northgate ha incrementado la compra de vehículos 100% eléctricos en un 185%.
Los beneficios medioambientales de estos vehículos son evidentes. Dependiendo de la energía con que se recargue el vehículo, se emitirá al medio ambiente entre un 30 y un 70 % menos de CO2 que con uno de combustión. Según los datos de Northgate, una empresa con una flota de 20 furgonetas podría ahorrar la emisión de 66 toneladas anuales de CO2 si estos vehículos fueran eléctricos.
Los vehículos de energías alternativas, como es el caso de los eléctricos están abriéndose camino frente a los de combustión. Tanto es así que el año 2021 ha cerrado con casi 83.000 vehículos eléctricos matriculados, que suponen un 42% más que en 2020, repartidos entre 39.675 eléctricos de batería y 43.324 híbridos enchufables.
Aun así, hay aspectos que frenan el crecimiento de los vehículos de energías alternativas, como pueden ser una infraestructura de carga aún en desarrollo, los precios sensiblemente más altos que los modelos de combustión o la autonomía de la batería, lo que hace que muchos conductores duden a la hora de pasarse a los vehículos electrificados.
España fue uno de los países que registró un menor incremento de ventas de modelos eléctricos el último año, con una subida del 32,1%; un aumento mucho menor que los que se contabilizaron en Grecia (+220,5%), Croacia (+176,7%), Lituania (+155%) o Finlandia (+139,2%), según datos de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles.
En este contexto, el renting flexible es actualmente la fórmula más segura para poder acceder a vehículos de energías alternativas sin asumir los riesgos que conllevaría la adquisición. Si este servicio ya es una alternativa de movilidad con numerosas ventajas, si hablamos de vehículos eléctricos permite además hacer una prueba de esta tecnología para comprobar si se adapta al día a día de los conductores, con la posibilidad de devolverlo cuando consideren.
Los usuarios pueden probar si su autonomía es suficiente para sus necesidades de desplazamiento, aprender a cargarlo o conocer cuánto pueden gastar al mes en su recarga. Además, sin necesidad de realizar una gran inversión ni atarse a un largo contrato.
Renovación constante y gestión de los gastos
Las innovaciones tecnológicas y mejoras en la fabricación de vehículos de energías alternativas son constantes. De año en año, se mejoran las prestaciones y autonomía de los modelos más sostenibles, lo que provoca que lo que a día de hoy se considera un vehículo de último modelo, en poco tiempo sus características están obsoletas.
Por lo tanto, comprar un vehículo eléctrico actualmente puede provocar que, en un período corto de tiempo, el conductor considere que su modelo es antiguo y necesite hacer frente a otro gran desembolso. Por eso, al optar por el renting flexible no existe este riesgo, ya que se puede conducir un vehículo eléctrico con todo incluido en una cuota mensual y con la posibilidad de finalizar el contrato cuando se requiera, al no existir una permanencia ni penalizaciones.
En la cuota mensual están incluidos todos los gastos, desde impuestos, el seguro o el mantenimiento, hasta las reparaciones o servicios añadidos como el vehículo de sustitución. Además, eligiendo el renting flexible para pasar a la movilidad eléctrica los autónomos o empresas que utilicen el vehículo para trabajar, podrán desgravar la cuota del renting en el IRPF, IS e IVA.
Según señalan desde Northgate Renting Flexible, cada día es más evidente que la electrificación de la movilidad es el futuro. Esto se refleja en el aumento de la demanda de vehículos de energías alternativas por parte de los clientes, en los datos de matriculaciones mensuales y en el impulso regulatorio y de planes estratégicos que hasta ahora no habían existido en el ámbito de la administración pública.
Y en este contexto, el renting flexible es uno de los grandes impulsores de una movilidad más sostenible, sobre todo en un momento como el actual, en el que vivimos gran incertidumbre socioeconómica, al reducir los riesgos que sí conlleva una decisión a largo plazo.
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