Por Cambio16
17/9/2017
Un estudio de la Universidad de Nottingham, ha revelado que los bostezos se pueden volver contagiosos, y es que es muy común que al observar a una persona bostezando, una segunda sienta las ganas de hacer lo mismo.
La investigación indica que el proceso inicia en la corteza motora primaria del cerebro, el cual es el área responsable de la ejecución del movimiento a través de impulsos neurales.
36 personas participaron en el estudio, y se les pidió contener las ganas de bostezar al ver un vídeo en donde aparecían varias personas haciendo lo propio.
En el estudio se contabilizaron los bostezos para probrar la relación entre la base neural y la excitabilidad motora.
El grupo de investigación utilizó técnicas de estimulación magnética transcraneal (TMS), comprobando que a través de la motivación eléctrica también se puede provocar el bostezo.
El profesor Stephen Jackson, de Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Nottingham y director del estudio considera que los descubrimientos pueden servir para “comprender mejor una amplia gama de patologías clínicas como la epilepsia, la demencia, el autismo y el síndrome de Tourette”.
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