Una comedia para salvar la infidelidad

Por Benito Guerrero (Mérida)
22/07/2016

“Esperamos que los espectadores y espectadoras se reconozcan en sus vicios y se rían de sí mismos, pues no hay acción más liberadora que la risa”. Este es el objetivo que se ha marcado el equipo de Los hilos de Vulcano, la tercera obra de esta edición que une el teatro con show de percusión y acrobacias.

Las risas están aseguradas durante la hora y cuarenta minutos que dura la representación, aunque es conveniente dejar fuera prejuicios y preocupaciones para disfrutar al máximo. El texto narra la historia entre Vulcano (Fele Martínez) y Venus (Melani Olivares). Esta es una insatisfecha sexual,pues su marido no le hace todo el caso que merece y se pasa todo el día en la fragua trabajando en algo que nadie sabe.

Vulcano lleva un largo tiempo saciando sus necesidades con Aspasia (Verónica Forqué), una prostituta. Es consciente de que su mujer es la más bella de todo el Olimpo y él, que es cojo, tiende a sentirse inferior a ella. Es esto lo que le lleva a lanzarse a los brazos de otra mujer. Venus, harta de la situación, pide ayuda a Aspasia como experta en el placer, juntas montan algo parecido a lo que hoy llamaríamos una reunión de tuppersex.

En esta dramaturgia de Marta Torres, el dios Marte (Javier Mora) es un guaperas que tiene la inteligencia justa. Las carcajadas suben de tono cuando aparece el dios Sol (Tomás Pozzi) que revolotea por el escenario durante toda la obra.

Durante toda la obra los personajes se preguntan qué será lo que está tramando Vulcano en la fragua y a lo que le dedica tantas horas de trabajo, pues éste ha cortado la lengua de todos sus ayudantes para que no desvelen nada (y no seré yo quién lo haga).

El elenco se completa con Carmen París, que interpreta a la diosa Fortuna guiando al espectador por el argumento de la obra; Santi Marín, que interpreta a Daos ayudante de Vulcano; y Nur al Lev que pone en escena a Ket ket, que vive bajo el cobijo de Aspasia.

La compañía Toom Pak es la encargada de fusionar el texto con un espectáculo de percusión y acrobacias que cautivó al público. Su trabajo es bien conocido por hacer música con objetos que no han sido concebidos para ello o con instrumentos inventados.

Mérida sigue poniéndose guapa cada verano para acudir al teatro y esta obra, que estará en cartel del 20 al 24 de julio, seguramente vuelva a colgar en cartel de no hay localidades en la taquilla. Como dijo el ministro de Cultura en la inauguración del Festival: “vengan a Mérida”.

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