Las consecuencias del movimiento independentista en Cataluña se han palpado en el ámbito empresarial. El 2019 se convirtió en el tercer año consecutivo que una gran cantidad de empresas y corporaciones abandonan la región catalana para instalarse en Madrid. Tan solo en el mes de noviembre se han contabilizado 417 empresas.
Durante todo el año 2019 se registra una migración de 1.870 empresas que han abandonado Cataluña para ir a la capital de España. Esta cifra dice mucho de como el sector industrial percibe la situación política y social catalana.
Cataluña ha sido la principal potencia económica española, incluso por encima de Madrid. No obstante, eso ha cambiado en los últimos tres años, debido al traslado de las empresas.
Si bien es cierto que este año ha bajado el número de empresas que se han trasladado de Cataluña a Madrid es una estadística que consolida la tendencia que comenzó en 2017.
Según los datos procedentes del Servicio de Información Empresarial y Agencia de Rating Axesor y de la secretaría de Estado de Comercio, perteneciente al Ministerio de Industria, se han producido algunos casos a la inversa. Este año, 310 empresas madrileñas abandonaron la capital y se mudaron a Cataluña.
Sin embargo, ese número de corporaciones es muy inferior si se compara con las 1.870 que abandonaron Cataluña para establecerse en la capital española.
Las consecuencias del independentismo
Esta migración de empresas es consecuencia directa de la fuerza que ha tomado el movimiento independentista desde hace tres años. El flujo de empresas alcanzó su punto más alto en el primer trimestre de 2018, producto de la inseguridad jurídica que dejó el referéndum del 1 de octubre de 2017.
Los grupos empresariales catalanes más relevantes abandonaron su territorio de origen en busca de seguridad y confianza jurídica, generando un efecto arrastre que aún perdura.
Los datos del Colegio de Registradores señalan que desde finales de 2017 hasta el primer semestre de este año salieron de Cataluña más de 5.400 empresas. Buena parte ha emigrado a comunidades limítrofes como Valencia, Aragón y Baleares.
Sin embargo, Madrid ha sido el principal destino de esta otra cara del procés, con más de 3.000 empresas catalanas acogidas en este periodo.
Madrid se benefició del procés
Madrid ha sido el principal beneficiario de la crisis catalana. En el año 2016, al hilo de la recuperación económica, las cifras de inversión extranjera en Cataluña crecían a un ritmo mucho mayor que las de Madrid y se situaban en 13 puntos porcentuales de diferencia. Entre ambos territorios se repartían un 75% de los fondos procedentes del exterior.
No obstante, el año del procés afectó esa progresión en favor de Madrid, que concentró un 63% de las inversiones extranjeras frente a una Cataluña que las vio caer a la mitad.
En 2018 esa diferencia se ensanchó nuevamente con Madrid como destino más beneficiado. La capital hizo valer más que nunca su efecto sede para acaparar un 85% de los flujos de capital extranjeros.
Madrid, un buen destino para las empresas
La inestabilidad política y jurídica de Cataluña no es el único motivo por el cual las empresas emigran a Madrid. Según las estadísticas, la capital española es un gran centro de atracción empresarial.
El interés por localizar sedes en Madrid es general en toda España, a tal punto que el número de empresas que se localizarán en la capital a partir de este año crecerá un 12%.
Empresas de otras regiones han decidido abandonar sus ciudades y establecerse en Madrid. Este año se han registrado traslado de Andalucía (395), Castilla León (170), Castilla La Mancha (165) y Comunidad Valenciana (165).
«La Comunidad de Madrid es la puerta de entrada a la inversión extranjera y eso repercute en el desarrollo del resto de regiones», expresa Manuel Giménez, consejero de Economía, Empleo y Competitividad de la Comunidad de Madrid.
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