Los buques petroleros viejos representan altos riesgos para la vida y para el medioambiente. Sus pesadas cargas, al margen de los estándares de seguridad y mantenimiento, siempre están a punto de derramarse o, peor aún, explotar. En la costa de Nigeria ocurrió hace poco Uno de los casos más recientes y letales, ocurrió cuando el carguero oxidado y reformado Trinity Spirit explotó. Estaba anclado a 24 kilómetros en el litoral del país africano y extraía combustibles fósiles del fondo del océano.
Sus condiciones precarias condujeron a la brutal explosión que dejó, al menos siete trabajadores fallecidos y el despliegue de llamaradas y grandes nubes negras, espesas y contaminantes. Además, del hundimiento del buque que contenía con más de 40.000 barriles de petróleo. El derrame de crudo flotante arrasando con los ecosistemas marinos.
No es la primera vez que el barco es protagonista de siniestros. En el Trinity Spirit se produjo, en febrero de 2022, una de las tragedias más mortíferas en un barco o plataforma petrolera en los últimos años.
La revisión de documentos judiciales, bases de datos del barco y entrevistas con miembros de la tripulación por parte de Associated Press revela que el barco de 46 años estaba en deterioro casi total. Y que los sistemas destinados a garantizar su funcionamiento seguro y legal y un registro de banderas, habían ido desapareciendo gradualmente.
El Trinity Spirit se ajusta a un patrón de viejos petroleros puestos a trabajar almacenando y extrayendo petróleo. Incluso cuando están al borde de sufrir averías mecánicas. Al menos 8 han sido cerrados después de un incendio, un peligro importante para la seguridad o la muerte de un trabajador en la última década. Más de 30 son más antiguos que el Trinity Spirit y todavía almacenan petróleo en todo el mundo.
Riesgos de los buques petroleros viejos
El Trinity Spirit formaba parte de una clase de embarcaciones que extraen petróleo en alta mar y lo almacenan en el mar. Se conocen como unidades flotantes de almacenamiento y descarga de producción (FPSO) o como FSO, unidades flotantes de almacenamiento y descarga, cuando se utilizan únicamente para almacenamiento. Desde la década de 1970, se han vuelto cada vez más populares para explotar petróleo en aguas profundas y en lugares donde no existen oleoductos. Según el grupo ecologista SkyTruth, hoy hay unas 240 en funcionamiento.
Los FPSO se diferencian de la mayoría de los barcos por una razón clave: permanecen en su lugar. Una vez adheridos al fondo del océano, pueden permanecer en el mismo yacimiento petrolífero durante años o incluso décadas. Pueden ser inspeccionados por reguladores nacionales o inspectores contratados. Pero operan fuera del flujo normal del tráfico marítimo y de las inspecciones legales y de seguridad adicionales que se llevan a cabo en el puerto.
«Si un barco está anclado en aguas nacionales de un país y no circula comercialmente entonces no tendrá el mismo nivel de supervisión», indicó Meghan Mathieson, directora de estrategia del Centro Clear Seas para la Responsabilidad Marina, con sede en Canadá.
Más de la mitad de la flota actual de FPSO son petroleros reciclados, preció Rystad Energy, con sede en Oslo, que mantiene datos sobre los barcos.
El analista senior Edvard Christoffersen comentó que sin una reparación importante, la mayoría de los cargueros tienen cascos construidos para durar unos 25 años. Pero algunos de los buques petroleros FPSO se utilizan durante mucho más tiempo, elevando aún más los riesgos y peligros.
Operan sin seguridad
La edad no es la única medida de la salud de un barco. El clima, las tormentas y los patrones de olas pueden agregar tensión a los componentes del barco o aumentar el ritmo de la corrosión. Del mismo modo un mantenimiento cuidadoso puede extenderle la vida útil.
Pero la creciente edad de la flota es bien conocida en la industria. La edad promedio del casco de los FPSO ha aumentado de 22 a casi 28 años desde 2010, refirió Rystad Energy. La Oficina Estadounidense de Transporte Marítimo (una de las varias empresas conocidas como sociedades de clasificación que certifican la seguridad de los buques) lanzó un grupo de trabajo en 2021 para abordar los desafíos de las FPSO más antiguas. Señaló que 55 buques se acercaban al final de su vida útil prevista.
“Si no se les da un buen mantenimiento y no se les vigila atentamente”, dijo Ian Ralby, un experto en seguridad marítima, “pueden hundirse, derramarse y, como lo demostró el Trinity Spirit, explotar”.
Ha habido poca o ninguna explicación pública de lo que llevó a la explosión del Trinity Spirit, aunque varias agencias nigerianas tenían la responsabilidad de supervisar el barco, recoge Associated Press. El Trinity Spirit había estado en el mismo yacimiento petrolífero durante más de dos décadas. Según Patrick Aganyebi, un trabajador sobreviviente, después de que el barco llegó a Nigeria, nunca fue llevado a tierra para realizar mejoras o reparaciones importantes.
Las señales de advertencia comenzaron años antes de que se incendiara. En 2015, la Oficina Estadounidense de Transporte Marítimo canceló su clasificación y cesó las inspecciones del barco. No hay constancia de que el Trinity Spirit tuviera seguro después de ese momento, afirmó Lloyd’s List Intelligence. Como éste, otros tantos buques petroleros viejos siguen operando con elevados riesgos.
Flota en la sombra de Rusia
En los años siguientes, el Trinity Spirit perdió su privilegio de enarbolar la bandera de Liberia, convirtiéndose en un barco apátrida. En 2019, el regulador del petróleo de Nigeria había revocado la licencia del barco para bombear petróleo. El jefe de seguridad marítima de Nigeria, citado en la prensa local, resaltó que su agencia había ordenado al barco que dejara de operar cinco años antes de la explosión. Sin embargo, el Trinity Spirit nunca fue obligado a irse.
Hasta el momento de la explosión había petróleo a bordo. Tan recientemente como 2021, según imágenes satelitales y datos de transpondedores de barcos, se cargó petróleo en un camión cisterna que luego atracó en una refinería de Shell en los Países Bajos.
Adeyemi Adeyiga, portavoz de la Comisión Reguladora del Petróleo Upstream de Nigeria, destacó que la venta fue legal porque el petróleo se produjo antes de que se revocara la licencia. Y un vocero de Shell dijo que la compañía realiza revisiones exhaustivas de su cadena de suministro y cumple con todas las leyes y regulaciones.
Aunque el gobierno federal investigó la explosión del Trinity Spirit, más de un año después no se han publicado hallazgos. Durante meses, pareció que el único escrutinio recaería sobre los hombres supervivientes.
Al margen del buque incendiado y hundido, en la costa de Nigeria, otros buques petroleros viejos y oxidados están ganando mucho dinero gracias a Rusia, reseñó SupplyChainBrain, sitio en internet que registra cadenas de suministro. Estos buques terminan en la llamada flota en la sombra de Rusia. Las compañías navieras que cotizan en bolsa han podido vender sus buques viejos y que pronto serán desguazados a precios elevados. Debido a que la demanda sigue siendo alta por parte de quienes están ansiosos por participar en el comercio de petróleo ruso.
Sin importar las condiciones
Los compradores suelen ser compañías navieras griegas y chinas que no cotizan en bolsa. Y que buscan sacar provecho de la agitación que está enviando más buques cisterna a viajes más largos que generan mayores retornos. La creciente demanda mundial de petróleo y los escasos pedidos de nuevos barcos desde 2015 están ayudando a apuntalar el valor de los buques petroleros viejos, sin importar sus riesgos a vidas humanas y ambiente, señaló el analista de Stifel, Benjamin Nolan.
Un transporte barato que resulta muy caro.
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