Un gigantesco proyecto se abre paso, entre críticas y adhesiones, en una región árida al oeste de Texas, Estados Unidos, para eliminar el exceso de dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera. Su nombre es Stratos y su objetivo es eliminar 500.000 toneladas de CO2 de la atmósfera al año desde su pleno funcionamiento en 2025.
Su propósito ha sido elogiado como esencial para ayudar a contener la avanzada crisis del clima. Incluso, los creadores del proyecto han recibido voluminosa financiación del gobierno de Biden. Los críticos, en cambio, lo consideran una distracción respaldada por la industria de los combustibles fósiles. Occidental Petroleum presentó el proyecto oficialmente.
Los defensores de aspirar grandes cantidades de aire y aislar el carbono que calienta el planeta, un proceso llamado captura directa de aire (DAC), disfrutan los avance del ingenioso proyecto. En junio, se clavaron palas ceremoniales en el condado de Ector, Texas, para marcar el inicio de Stratos. Las 26 hectáreas que ocupará la construcción albergará una vasta red de tuberías, edificios y ventiladores para aislar el CO2 del aire y luego inyectarlo en formaciones rocosas subterráneas.
El ambicioso proyecto fue comparado Lori Guetre, vicepresidenta de Carbon Engineering, la empresa que encabeza Stratos, con la misión lunar Apolo 13. «La Tierra tiene serias complicaciones y necesita las mentes más brillantes. El mundo nos observa y cuenta con nosotros. La voluntad de superación del equipo es silenciosa, firme e inquebrantable», subrayó.
Avanza en EE UU proyecto para secuestrar CO2
El Departamento de Energía anunció en agosto la inversión de 1.200 millones de dólares en 2 desarrollos: el Centro DAC del Sur de Texas y el Proyecto Cypress, en Luisiana. Ambos resaltan el compromiso del gobierno de EE UU de reducir las emisiones y eliminar 2 millones de toneladas de CO2 de la atmósfera. Además, elegirá otros dos centros como parte de un esfuerzo de 3.500 millones de dólares para ayudar a crear un mercado de carbono. “Crucial para abordar el cambio climático”, según Jennifer Granholm, secretaria de Energía.
Los compromisos de eliminar tales volúmenes de CO2 representan un cambio radical para una industria de captura directa de aire. Aún incipiente y de pequeña escala. Su capacidad para frenar el empeoramiento de la crisis climática no ha sido probada, incluso cuando se derraman esperanzas y dólares en ese propósito.
Erin Burns, directora ejecutiva de Carbon180, una ONG que trabaja en una variedad de opciones de eliminación de carbono, dijo que es un momento extraordinariamente importante para la eliminación de carbono. “Hay demasiado dióxido de carbono en la atmósfera. La gente ya está sintiendo los impactos del cambio climático. Necesitamos abordar las emisiones heredadas y Stratos es un proyecto importante para eliminar CO2«, añadió.
Los combustibles fósiles detrás
Los activistas climáticos, por su parte, han argumentado que la captura de carbono del aire es, en el mejor de los casos, una costosa irrelevancia ante la necesidad más apremiante de reducir las emisiones. Y, en el peor de los casos, «una estratagema cínica de la industria de los combustibles fósiles para mantener su statu quo contaminante.
El proyecto Stratos es en última instancia propiedad de Occidental Petroleum. Esta compañía petrolera compró Carbon Engineering por 1.100 millones de dólares el mes pasado y considera que eliminar CO2 sería una especie de garantía de futuro para su industria.
«Creemos que nuestra tecnología de captura directa ayudará a preservar nuestra industria. Le da una licencia para continuar operando durante otros ochenta años», dijo Vicki Hollub, directora ejecutiva de Occidental.
Occidental sostiene que el CO2 capturado en Texas se almacenará bajo tierra y será como una especie de sistema de crédito de carbono para que lo compren otras empresas. La compañía también se promociona como un ejemplo de lo que llama “petróleo neto cero”. El CO2 eliminado del aire se inyecta en formaciones rocosas para desalojar el gas y el petróleo para extracción.
«Vamos a pagarle a una compañía petrolera para que extraiga basura del suelo y luego le pagaremos para que la vuelva a colocar. Es obvio que no es una solución climática», afirmó Jonathan Foley, director ejecutivo del Proyecto Drawdown. Una iniciativa que trabaja sobre las respuestas a la emergencia climática.
“Es tonto. Enterrar billetes de un dólar tendría más sentido. Las petroleras promueven temas de conversación para instalar una solución falsa y no dejar de contaminar hoy. Es un enorme ejercicio de lavado de imagen verde», insistió.
Esfuerzos sin sentido
Foley dijo que estaría mejor justificado que el gobierno de Biden gastara una cantidad razonable en ayudar a los científicos a investigar la captura directa de aire y a eliminar las emisiones obstinadamente persistentes de la fabricación de hormigón y acero, o la aviación. «Dar dinero público a las compañías petroleras para proyectos como Stratos es “desmedido”, indicó.
Recordó el respaldo infructuoso, en su mayoría , a la captura y almacenamiento de carbono. «El esfuerzo por capturar las emisiones en origen de las centrales eléctricas y otras instalaciones industriales no ha logrado ponerse al día», apuntó.
«Cuando se trata de destinar fondos a grandes industrias para cosas que nunca se han demostrado a escala, hay mucho dinero. He visto esta película muchas veces. Esto claramente está siguiendo el manual de las grandes petroleras, y subsidiarlo con dinero público es una locura”, finalizó Foley.
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