La incertidumbre por lo que pasará en los próximos meses abunda en casi todo el planeta. El SARS-CoV-2 llegó el año pasado para quedarse un tiempo, y es que finalizando el primer trimestre de 2021 aún hay olas preocupantes de contagios y las vacunas van a ritmos inesperados de lentitud. Mientras tanto, los gobiernos siguen implementando medidas para tratar de frenar el virus.
Tal es el caso del Reino Unido. Su primer ministro, Boris Johnson, confirmó que a partir del próximo lunes 12 de abril reabrirán los comercios no esenciales, como bares y restaurantes al aire libre.También podrán reabrir salones de belleza, barberías, gimnasios, zoológicos, parques temáticos, bibliotecas y centros comunitarios. Con las nuevas medidas el Reino Unido avanza hacia el segundo paso de la hoja de ruta para salir del confinamiento por la COVID-19.
La decisión de «volver poco a poco a la normalidad» fue tomada por Johnson debido a que han logrado superar las «pruebas» establecidas por el Gobierno de manera suficiente para seguir adelante con la flexibilización de las restricciones. Las cuatro pruebas para flexibilizar el confinamiento consistían principalmente en un programa de vacunación exitoso; vacunas efectivas para reducir las hospitalizaciones y los decesos; tasas de contagio que no saturen el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido; y que las variantes de interés no representen un gran riesgo.
El retraso de las vacunas en Europa
Aunque el Reino Unido ha logrado vacunar a casi 38 millones de personas (dando a más del 58% de su población adulta al menos una inyección en el régimen de dos dosis), en el resto de Europa es un tanto distinto. Solo Finlandia, Irlanda, Malta y Suecia han cumplido con el compromiso que fijó la Unión Europea de tener vacunado al 80% de los mayores de 80 años y de los sanitarios en el primer trimestre del año.
Ante la lentitud del proceso de vacunación en el continente, la OMS se muestra muy preocupada, por tanto insta a los gobiernos a extremar con urgencia las campañas de vacunación. Apenas se ha vacunado a un 10% de la región. De no cumplirse lo primero, insisten en preservar las restricciones. «Las vacunas representan la mejor forma de salir de esta pandemia. Sin embargo, su despliegue es inaceptablemente lento. Y mientras la cobertura siga siendo baja, debemos aplicar las mismas medidas sociales y de salud pública que teníamos en el pasado, para compensar los retrasos en los calendarios», dijo el director regional de la OMS para Europa, Hans Henri P. Kluge, en un comunicado.
Uno de los puntos débiles en el programa de la Unión Europea es su fuerte dependencia de las vacunas de la farmacéutica británico-sueca AstraZeneca. La UE ordenó al menos 300 millones de dosis de AstraZeneca, pero las entregas de la compañía han estado decenas de millones de dosis por debajo de lo acordado. Otras compañías farmacéuticas también han entregado menos dosis a la Unión Europea. Por otro lado, la burocracia reina en algunos países de Europa, lo cual también ralentiza aún más el proceso.
Así avanza la vacunación en España
La campaña para inmunizar a millones de personas en España es lenta. Las primeras personas que recibieron la vacuna en España han sido los ancianos residentes en centros de mayores, luego el personal sanitario de primera línea y los grandes dependientes. Tras vacunar a estos grupos, los siguientes en la línea de prioridad de vacunación son las personas mayores de 80 años que no hayan sido vacunadas en las residencias, quienes, según Sanidad, son las que están siendo inoculadas en este momento.
Pero la realidad es que la vacunación de los diferentes grupos de edad avanza a un ritmo dispar en cada comunidad autónoma. Las personas de 80 y más años son las que empezaron a recibir la vacuna contra el coronavirus antes y, por eso, la vacunación va más avanzada en ese grupo. Por otro lado, una parte de la población de 25 a 65 años (trabajadores esenciales) también está siendo vacunada con AstraZeneca en algunas CCAA. En cambio, la vacunación del grupo de 70 a 79 años va más atrasada, ya que obligatoriamente deben recibir la vacuna de Pfizer o de Moderna.
Al ritmo actual, tardaríamos 10 meses en vacunar al 70% de la población con las dos dosis. Hasta la fecha, la mayoría de vacunas administradas son de Pfizer aunque en los últimos días se han agregado dosis de Moderna y AstraZeneca.
Vacunación al otro lado del mundo
En todo el mundo, solo un pequeño grupo ha sido inoculado con la vacuna contra la COVID-19. En algunos países más que otros, debido a la obvia brecha entre ricos y pobres. Hasta el momento, la mayoría de dosis administradas en todo el mundo se concentran en el hemisferio norte. Prácticamente toda Europa, Estados Unidos, Canadá y gran parte de Oriente Próximo.
La semana pasada, EE UU reportó un nuevo récord diario de aplicación de vacunas contra el coronavirus. En total aplicaron 4,1 millones de nuevas dosis, la marca diaria más alta desde finales del año pasado, cuando se autorizó el uso de emergencia de las vacunas de Pfizer y Moderna. Aproximadamente 104,2 millones de residentes de Estados Unidos, lo equivalente al 31% de la población, ya ha recibido al menos una dosis de vacuna, mientras que 59,9 millones de personas (el 18% de la población), están completamente vacunadas.
Hasta la fecha, la vacuna de Pfizer es la que más se ha administrado en Europa y Estados Unidos, donde también se aplica la vacuna de Moderna. En el Reino Unido también se ha empezado a administrar la de Oxford/AstraZeneca. En cambio China, India y Rusia están utilizando sus propios fármacos que también se distribuyen por algunos países de Latinoamérica.
Lo más preocupante se encuentra en América Latina y África, donde el proceso de vacunación apenas ha comenzado. No es casualidad que las cifras de contagios y decesos en estas regiones lo reflejen, pues esta semana América Latina y el Caribe superaron los 800.000 decesos por la COVID. Con un total de 800.099 decesos y mas de 25,3 millones de contagios, Latinoamérica es la segunda región más afectada por el coronavirus, detrás de Europa, con 974.318 muertes.
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