En Europa, decenas de millones de personas encaran restricciones más severas durante el fin de semana. Mientras, los países de la región luchan para reducir las crecientes tasas de infección. La frustración y la violencia se apoderan de varios lugares del continente. Preocupa el repunte de los casos y los efectos colaterales de las medidas para revertir esta tendencia.
Con el virus suprimido después de meses de intensas restricciones sociales la primavera pasada, los líderes de Europa se movieron rápidamente para acelerar la reapertura de la sociedad y así tratar de estimular una recuperación económica.
En todo el continente, las universidades dieron la bienvenida a los estudiantes. El gobierno del Reino Unido subvencionó millones de comidas en restaurantes para que la gente saliera a comer. Las fronteras recientemente reabiertas vieron a los turistas acudir en masa a los clubes nocturnos en España y las playas en Francia.
Con el virus fuera de la vista, el comportamiento de la gente se relajó. Pero persistieron focos de infección y pocos países habían establecido sistemas adecuados para rastrear y bloquear los brotes locales. La carrera por volver a la normalidad avivó la pandemia.
Ahora, las naciones europeas están tratando de tomar un camino intermedio, sin reprimir completamente el virus ni abrir totalmente sus economías. Se trata de un vasto experimento sobre cómo manejar una pandemia sin infringir demasiado las libertades civiles o destruir los medios de vida.
Regiones del Reino Unido, Italia, Francia, España, o Alemania, entre otros lugares, están introduciendo toques de queda en un intento por detener el aumento en los casos. Y Eslovaquia ha anunciado nuevos límites estrictos para el movimiento y las actividades de las personas a partir del sábado.
Protestas violentas en Nápoles
Pero las medidas para restablecer las restricciones se encontraron con manifestaciones en algunas partes de Europa. Ocurrió en Francia la semana pasada con los anuncios de toque de queda en París. También en Barcelona.
Este fin de semana llegó el turno de Nápoles, que vivió una jornada de violentas protestas y disturbios en la primera noche del toque de queda, entre las 23:00 y las 05:00 horas, para contener el aumento de los contagios. Además, el presidente regional Vincenzo De Luca advierte que el cierre es inminente.
En la capital de la región italiana de Campania cientos de personas tomaron las calles este viernes. Según informes locales, los manifestantes portaban carteles que decían «Contra De Luca» y «Nos cierras nos pagas».
Las manifestaciones se convirtieron en violentas con alborotadores que destrozaron automóviles, incendiaron contenedores y arrojaron botellas y fuegos artificiales a los agentes de policía. Según los reportes, algunos manifestantes rodearon coches de policía, abrieron las puertas y atacaron a los agentes que estaban dentro. La policía respondió con cargas de gas lacrimógeno y porras.
Restricciones en España
El Gobierno de España ultima un nuevo estado de alarma ante la lluvia de peticiones procedentes de las comunidades autónomas, desbordadas por el aumento de casos de coronavirus. El País Vasco, Asturias, Extremadura, La Rioja, Cataluña, Navarra, Castilla La Mancha, Cantabria y la ciudad autónoma de Melilla lo han solicitado ya. Este domingo se celebrará un Consejo de Ministros de urgencia para ponerlo en marcha.
El presidente de la Generalitat de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, anunció que la restricción de la movilidad nocturna (desde las 00:00 horas hasta las 06:00) entrará en vigor la madrugada de este domingo. En la resolución se establecen medidas adicionales para frenar la pandemia. Entre ellas, el límite de seis personas en reuniones sociales, la prohibición del consumo en barra y el cierre de la restauración y hostelería a medianoche.
En Cataluña, la consellera de la Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, dijo que este domingo habrá una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros, para decretar «de forma inmediata» el toque de queda, que probablemente se aplique desde las 23:00 a las 06:00 horas. Destacó que un nuevo confinamiento domiciliario implicaría «con mucha probabilidad» el cierre de las escuelas.
Este viernes, medio centenar de personas se concentraron en la plaza Sant Jaume, donde se ubican el Ayuntamiento de Barcelona y la sede de la Generalitat. La manifestación reclamaba la vuelta al trabajo de los restauradores. Desean impedir la destrucción de puestos de empleo y el posible cierre de muchos negocios. Luego de meses de inactividad por el estado de alarma, suman una semana más de paralización, tras la decisión de la Generalitat.
Extienden toques de queda en Francia y Grecia
El toque de queda nocturno por el coronavirus se extenderá más ampliamente en Francia a partir de este sábado, con 46 millones de afectados. Se agregarán 38 departamentos o áreas administrativas, lo que eleva el número de localidades bajo toque de queda a 54, de un total de 101. En la Polinesia Francesa también se aplicará esta medida.
Un toque de queda nocturno entrará en vigor a partir de este sábado en las zonas de Grecia que registran las tasas más altas de infección. Además, las máscaras serán obligatorias al aire libre.
Atenas y Tesalónica se consideran áreas de alto riesgo en el sistema de cuatro niveles del país, junto con más de una docena de otras regiones, incluidas Zante y Heraklion.
Bloqueos en el Reino Unido
Irlanda se convirtió el jueves en el primer país de Europa en volver a imponer un bloqueo nacional. Las medidas prohíben las reuniones sociales y exigen que las personas trabajen desde casa a menos que estén proporcionando un servicio esencial. Permanecerán en vigor durante seis semanas.
Un bloqueo «cortafuegos» de dos semanas entró en vigor a las 6 p.m. hora local del viernes en Gales. Se espera que todos, excepto los trabajadores críticos, permanezcan en casa. Las restricciones son las más duras observadas en esa nación desde la primavera, cuando el Reino Unido se vio gravemente afectado por la primera ola de infecciones que azotó Europa. Las nuevas restricciones también entraron en vigor el viernes por la mañana en la región del Gran Manchester, en el norte de Inglaterra.
Suecia se suma a las restricciones de Europa
Suecia, que no entró en un bloqueo total a principios de la primavera durante la primera ola de la pandemia en Europa, poniendo más énfasis en la responsabilidad personal, también ha anunciado nuevas restricciones. Los clubes nocturnos donde se permite bailar estarán limitados a 50 personas a partir del 1 de noviembre.
También se estableció un toque de queda en Bélgica. Las autoridades dijeron que el número promedio diario de personas que dieron positivo en la última semana había superado las 10.000. Esto generó temores de una excesiva presión en los hospitales. El toque de queda, desde la medianoche hasta las 5 am, viene con el cierre de cafés, bares y restaurantes y la prohibición de la venta de alcohol después de las 8 pm.
Preocupación en Polonia y escándalo en la República Checa
En Polonia, el gobierno limitará todas las reuniones públicas a cinco personas y requerirá que los escolares mayores asistan a clases de forma remota. Los restaurantes y bares de todo el país cerrarán durante quince días, ya que los casos de virus alcanzaron un nuevo récord diario el viernes.
Este sábado, se dio a conocer que el presidente polaco, Andrzej Duda, dio positivo por COVID-19, pero se siente «bien». Se une así al «club» de líderes mundiales que han contraído el virus. Entre ellos están el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro británico, Boris Johnson.
Mientras tanto, el ministro de salud de la República Checa, Roman Prymula, se vio envuelto en un escándalo político después de ser fotografiado saliendo de un restaurante en Praga el miércoles por la noche, pocos días después de anunciar un cierre estricto.
Los restaurantes en ese país han estado cerrados al servicio de mesa desde el miércoles 14 de octubre, por lo que las acciones del ministro violaron las reglas. El funcionario dijo el viernes que conocía al dueño del restaurante, quien le permitió sentarse en un salón privado a tomar un café.
Crecimiento exponencial
El jefe de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió que «demasiados países están experimentando un aumento exponencial de los casos de COVID-19 y eso ahora está provocando que los hospitales y las unidades de cuidados intensivos funcionen cerca o por encima de su capacidad, y todavía estamos en Octubre.»
«Instamos a los líderes a tomar medidas inmediatas para evitar más muertes innecesarias», agregó.
Ese mensaje fue compartido por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), cuya directora Andrea Ammon advirtió sobre una «situación epidemiológica altamente preocupante».
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