El cambio climático afecta directamente a la agricultura y la ganadería. Una de estas tantas consecuencias podría llegar a limitar la producción mundial de alimentos. Así lo expone en su investigación un grupo de científicos de la Universidad de Aalto, en Finlandia, donde evalúan el riesgo que existe si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero.
En el estudio publicado en la revista One Earth., los científicos explican que si los gases de efecto invernadero continúan creciendo al ritmo actual, grandes regiones corren el riesgo de verse empujadas a condiciones climáticas en las que actualmente no se cultivan alimentos. «Nuestra investigación muestra que un crecimiento rápido y descontrolado de las emisiones de gases de efecto invernadero puede llevar, a finales de siglo, a que más de un tercio de la actual producción mundial de alimentos caiga en condiciones en las que hoy no se producen alimentos, es decir, fuera del espacio climático seguro», explica Matti Kummu, profesor de cuestiones globales de agua y alimentos de la Universidad Aalto.
La producción de alimentos, tal y como es hoy en día, se desarrolló bajo un clima bastante estable. En un periodo de lento calentamiento que siguió a la última edad de hielo. Ahora, con el continuo aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero se pueden crear nuevas condiciones. Lamentablemente la producción de alimentos y de ganado no tendrá tiempo suficiente para adaptarse, según el doctorando Matías Heino, el otro autor principal de la publicación.
En riesgo la producción de alimentos en Asia y África
En la investigación, los científicos definen el concepto de espacio climático seguro como aquellas zonas en las que actualmente se produce el 95% de los cultivos, gracias a la combinación de tres factores climáticos, las lluvias, la temperatura y la aridez. Estos cambios amenazan especialmente la producción de alimentos en el sur y el sudeste de Asia, así como en la región africana del Sahel. Unas zonas que carecen de capacidad para adaptarse a las condiciones cambiantes.
No obstante, el estudio muestra que, si reducimos colectivamente las emisiones, sólo una fracción de la producción de alimentos se enfrentaría a condiciones aún no vistas. De modo que el calentamiento se limitaría a 1,5 o 2 grados centígrados.
En el estudio se muestra que hay zonas que desaparecerán por completo si no se frena el cambio climático. «Si dejamos que las emisiones crezcan, el aumento de las zonas desérticas es especialmente preocupante porque en estas condiciones apenas puede crecer nada sin riego», afirma Kummu. Se estima que para finales de este siglo habrá más 4 millones de kilómetros cuadrados de nuevos desiertos en todo el planeta. Por ello, el mundo necesita ahora de medidas urgentes.
Evalúan distintos escenarios para conocer las consecuencias
Para la investigación de la Universidad de Aalto se utilizaron dos escenarios futuros de cambio climático. En el primero las emisiones de dióxido de carbono se reducen radicalmente, limitando el calentamiento global a 1,5-2 grados centígrados. Para el segundo las emisiones siguen creciendo sin parar. Los investigadores evaluaron cómo afectaría el cambio climático a 27 de los cultivos alimentarios más importantes y a siete tipos de ganado, teniendo en cuenta las distintas capacidades de las sociedades para adaptarse a los cambios.
Los resultados muestran que las amenazas afectan a los países y continentes de forma diferente. En 52 de los 177 países que se estudiaron, toda la producción de alimentos se mantendría en el espacio climático seguro en el futuro. Entre ellos se encuentran Finlandia y la mayoría de los países europeos. Sin embargo, en países más vulnerables no fue igual.
Benín, Camboya, Ghana, Guinea-Bissau, Guyana y Surinam son algunas de las naciones que se verán muy afectados si no se producen cambios radicales en las emisiones. Hasta el 95% de la producción alimentaria actual quedaría fuera del espacio climático seguro. Estos países también tienen una capacidad mucho menor para adaptarse a los cambios. En total, un 20% de la producción agrícola mundial y el 18% de la producción ganadera.
Para el primer escenario, los investigadores calculan que la mayor zona climática del mundo en la actualidad (el bosque boreal, que abarca América del Norte, Rusia y Europa) se reduciría de sus 18,0 a 14,8 millones de kilómetros cuadrados en 2100. No obstante, si no se reducen las emisiones, sólo quedarán unos 8 millones de kilómetros cuadrados de bosque.
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