Con la elección de la Mesa del Parlamento se ha dado luz verde al cambio de rumbo a la política en Andalucía. El acuerdo entre PP y Ciudadanos, con el inestimable apoyo de Vox, va a permitir terminar con 36 años de supremacía socialista. Y con uno de los bastiones mas resistentes del PSOE.
Aunque por higiene democrática es saludable toda alternancia en el poder, el meollo de la cuestión es saber qué compañeros de viaje eliges para proceder a este cambio.
La mochila de Vox, una pesada carga
La presencia y el incontestable éxito del partido de ultraderecha Vox descoloca e incomoda a cualquier demócrata.
No se entiende en Europa
El acuerdo con Vox, que algunos intentan camuflar o blanquear, no se entiende en Europa. O por lo menos en países donde se combate abiertamente al populismo.
El primero en manifestarse en contra ha sido el candidato por Cs a la alcaldía de Barcelona, Manuel Valls, que ha manifestado su rechazo al pacto, afirmando con rotundidad: “Todo acuerdo programático o de gobierno con Vox sería, en cambio, un error político y una incongruencia moral. Sería incompatible con los valores europeos que muchos de nosotros defendemos”
A buen entendedor pocas palabras.
Suscribo plenamente esta afirmación de Manuel Valls. La ética y sobre todo en política no puede ser objeto de cambalaches y pasteleo.
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